El Parlamento Europeo ha marcado un hito al aprobar la primera ley mundial sobre inteligencia artificial (IA), dando seguimiento a un proceso iniciado en 2021 con la propuesta de la Comisión Europea para establecer el primer marco regulatorio global para esta tecnología.
Reglamentación que se busca desde 2021
Tras un acuerdo político alcanzado en diciembre entre el Consejo y el Parlamento Europeo, esta legislación representa un esfuerzo significativo por equilibrar la promoción de la innovación tecnológica con la protección de los derechos humanos.
La Unión Europea (UE), al implementar este marco, se consolida como líder en la regulación ética de la IA, centrándose en mitigar sus riesgos potenciales mientras se impulsa su desarrollo.
Cuatro categorías en la regulación de sistemas de IA
La nueva ley adopta un enfoque de gestión del riesgo que divide los sistemas de inteligencia artificial en cuatro categorías: riesgo mínimo, riesgo limitado, alto riesgo y riesgo inadmisible.
Esta clasificación facilita una regulación diferenciada que permite a las aplicaciones de IA consideradas de bajo riesgo operar con mayor libertad, mientras que impone restricciones estrictas a aquellas que podrían tener un impacto negativo en la seguridad pública o en los derechos individuales.
Los sistemas de alto riesgo, que abarcan tecnologías como la identificación biométrica y herramientas de evaluación educativa, entre otras, deben cumplir con criterios rigurosos para garantizar la protección de los derechos fundamentales de las personas.
Protección de datos biométricos
La legislación también aborda preocupaciones críticas relacionadas con los datos biométricos y el riesgo de sesgos en los sistemas de inteligencia artificial.
Específicamente, prohíbe el uso de identificación biométrica remota en tiempo real en espacios públicos por parte de las fuerzas policiales, salvo en circunstancias excepcionales, y establece directrices para prevenir la discriminación y los prejuicios en los sistemas considerados de alto riesgo.
Esta medida busca asegurar que el desarrollo y la implementación de la inteligencia artificial en Europa se realicen de manera justa y equitativa, promoviendo sistemas que puedan reducir, en lugar de perpetuar, los sesgos existentes.
Implementación total para 2026
A medida que esta legislación entre en efecto, será vinculante para todos los actores que operen sistemas de inteligencia artificial dentro de la Unión Europea o cuyas aplicaciones afecten a personas que residan en ella, independientemente de su ubicación geográfica.
La implementación se llevará a cabo de manera progresiva, culminando en 2026, lo que brindará a las empresas y organizaciones un tiempo adecuado para ajustarse a los nuevos requisitos regulatorios.
Este enfoque garantiza que la transición hacia el cumplimiento de la ley sea tanto práctica como viable para todas las partes involucradas.