Cuando OpenAI presentó la GPT Store, su visión era establecerla como la “tienda de aplicaciones del mañana”, un espacio donde los usuarios de ChatGPT pudieran acceder a versiones adaptadas del chatbot, denominadas “GPTs”, cada una diseñada para abordar tareas específicas.
El fracaso de la GPT Store
Esto también inauguró una nueva oportunidad de monetización para los desarrolladores interesados en crear y comercializar sus propios GPTs a través de la plataforma de la tienda.
Pocos meses tras su anuncio, donde incluso Sam Altman afirmó que sería viable “crear un GPT para realizar prácticamente cualquier tarea”, OpenAI se ha enfrentado a una cruda realidad: la GPT Store ha degenerado en un campo de spam.
Una investigación realizada por TechCrunch ha expuesto la problemática situación del catálogo de GPTs en la GPT Store de OpenAI.
Filtros implementados por OpenAI para su tienda
Basta con examinar los tipos de GPTs que inundan la plataforma para encontrar versiones del chatbot con descripciones inexactas o directamente engañosas, junto con GPTs que potencialmente violan derechos de autor.
Según explican, para poder publicar sus propios GPTs en la tienda, los desarrolladores deben primero verificar sus perfiles de usuario y luego enviar sus propuestas para su revisión por parte del equipo encargado.
OpenAI afirma que este proceso de verificación combina tanto la revisión humana como sistemas automatizados, con el objetivo de identificar aquellos GPTs que puedan infringir las políticas de uso de la plataforma.
Problemas con las creaciones de los usuarios
Sin embargo, las medidas de filtrado de la tienda parecen estar fallando en cierta medida. A principios de este año, ya se contabilizaban más de 3 millones de GPTs disponibles en la plataforma. Sin embargo, ahora se ha evidenciado que OpenAI ha adoptado un enfoque que privilegia la cantidad sobre la calidad.
En este sentido, se ha descubierto que muchos de los GPTs disponibles en la GPT Store hacen uso de contenido de franquicias de películas, series de televisión o videojuegos, posiblemente de forma ilegal.
Otros intentan redirigir a los usuarios hacia servicios de suscripción premium, lo que se suma al costo del servicio ChatGPT Plus (necesario para acceder a la GPT Store y utilizar los GPTs).
GPTs que no cumplen con políticas de OpenAI
Incluso se han encontrado GPTs que suplantan la identidad de celebridades como Barack Obama, Elon Musk o Donald Trump, una práctica que está estrictamente prohibida según las políticas de la GPT Store.
En líneas generales, los desafíos que enfrenta actualmente la GPT Store no difieren mucho de los que enfrentaron otras grandes empresas tecnológicas en los primeros días de sus tiendas de aplicaciones.
Ante el rápido crecimiento de sus App Store y Google Play Store, tanto Apple como Google tuvieron que implementar medidas de revisión y moderación cada vez más rigurosas, con el fin de establecer plataformas seguras para los usuarios.