Se ha dado a conocer el contenido de la reciente regulación europea en relación con la inteligencia artificial. La AI Act tiene como objetivo establecer una serie de normas para todos los avances en el campo de la IA. Esta regulación no solo afectará a las grandes empresas de software, sino también a un grupo más específico: los desarrolladores de código abierto.
Normativas para software de código abierto
La nueva normativa no hará excepciones para el software de código abierto. Los desarrolladores deberán registrar sus modelos que sean considerados de alto riesgo. No se contempla ninguna excepción legal para los modelos de código abierto que sean distribuidos. Esto significa que los desarrolladores serán legalmente responsables.
Un ejemplo destacado es Github. Tanto ellos como Microsoft serán los responsables legales de los posibles avances en IA realizados por sus usuarios. En caso de no cumplir con las nuevas regulaciones en estos desarrollos, la Unión Europea tendrá la autoridad para imponerles multas millonarias como sanciones.
Andrés Miguel Torrubia, cofundador del Instituto de Inteligencia Artificial, describe la nueva regulación de IA en Europa como un ataque al movimiento. Según este experto, la regulación favorece a las grandes empresas y representa un golpe contra los proyectos de código abierto.
Torrubia considera que la regulación es un plan “disuasorio” debido a que, aunque estos modelos estén disponibles de manera abierta, no están exentos de cumplir con el costoso proceso de certificación y de enfrentarse a posibles multas millonarias en caso de no cumplir con las normativas.
En el campo de la inteligencia artificial, el fomento de la innovación se vuelve más relevante que nunca. El debate sobre este tema no es nuevo. En el ámbito regulatorio, algunos argumentan a favor de establecer reglas estrictas para todos, mientras que otros advierten que un exceso de regulaciones puede limitar la libertad creativa y la innovación.
En un sector como la inteligencia artificial, donde surgen novedades a una velocidad asombrosa, mantener un entorno propicio para la innovación parece crucial para no quedarse rezagado. Europa bloquea avances en desarrollo como medida preventiva. Un ejemplo de esto es Google Bard, que está disponible en 180 países, pero ninguno de ellos se encuentra en Europa.
Plataformas como Github cargarán con el peso de las consecuencias
Siguiendo las directrices de la nueva regulación y su postura respecto a los proyectos de código abierto, existe la posibilidad de que Microsoft decida restringir el acceso a ciertos proyectos libres en Europa a través de Github.
Ante el riesgo de incumplir la normativa, optan por bloquear directamente dichos desarrollos para evitar problemas.
La estrategia europea consiste en responsabilizar a las grandes empresas tecnológicas del trabajo realizado por otros. No es difícil comprender la importancia de que Github sea propiedad de Microsoft en este contexto. De manera similar a lo que sucede con las redes sociales, donde las grandes empresas tecnológicas son responsables de lo que se publica.
De forma equivalente, con la regulación de la inteligencia artificial, existe el riesgo de que se produzca una deriva anti-innovación, donde en caso de duda, se opte por bloquear proyectos de código abierto. Esto se asemeja a los casos de censura que pueden ocurrir en plataformas como Twitter, YouTube, Facebook u otras.
Este nivel de exigencia tiene la ventaja de garantizar la adecuación de lo que se desarrolla, pero también puede bloquear proyectos “inocentes”. Europa parece estar dispuesta a frenar el avance rápido de la IA, aunque eso implique quedarse sin acceso a las últimas innovaciones.