Dispositivos gubernamentales en EE. UU no podrán ejecutar Copilot

El gigante tecnológico Microsoft apuesta fuerte por la inteligencia artificial (IA). Su plan de invertir $100.000 millones de dólares en un superordenador único en el mundo impulsado por IA es una muestra de su ambición en este campo.

Copilot ¿Herramienta o un estorbo?

A nivel de usuario, la compañía busca facilitar la experiencia con Windows a través de Copilot, un asistente que utiliza la IA para resolver dudas.

Sin embargo, Copilot no ha tenido el éxito esperado. Muchos usuarios lo consideran molesto por su presencia permanente en la barra de tareas y no hay forma de eliminarlo.

Además, la herramienta ha generado controversia al ser vetada en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

La privacidad y seguridad en peligro

Catherine Szpindor, directora administrativa de la Cámara, argumenta que Copilot es un “riesgo para los usuarios” debido a la posibilidad de que filtre datos sensibles a servicios en la nube no autorizados. La Cámara no confía en la seguridad de la herramienta y por eso ha prohibido su uso entre sus miembros.

Microsoft, por su parte, reconoce las preocupaciones de los usuarios gubernamentales y sus mayores necesidades de seguridad. La compañía se ha comprometido a lanzar “una hoja de ruta personalizada” para finales de este año con el objetivo de cumplir con los requisitos del gobierno federal.

Microsoft tendrá que ganar la confianza de usuarios

Este caso no es la primera vez que la IA genera controversia en el ámbito político. En el pasado, también se ha prohibido su uso para la creación de contenido relacionado con elecciones o eventos políticos.

En definitiva, la IA de Microsoft se encuentra en un punto crucial. La compañía debe encontrar la manera de equilibrar su ambición con la seguridad y la confianza de los usuarios.

La hoja de ruta personalizada que se presentará a finales de año será un punto clave para determinar el futuro de Copilot en el ámbito gubernamental.

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