
El avance hacia la Inteligencia General Artificial (AGI) y sus límites actuales
Demis Hassabis, CEO de Google DeepMind, afirmó que la Inteligencia General Artificial (AGI) —sistemas de IA con capacidades cognitivas similares a las humanas— podría estar a solo 5 o 10 años de distancia.
Sin embargo, el reconocido investigador, ganador del Premio Nobel de Química en 2024, descartó que los modelos actuales posean conciencia o imaginación.
En una entrevista para 60 Minutes de CBS News, Hassabis explicó: “Estos sistemas aún funcionan como un promedio del conocimiento humano existente. No pueden formular preguntas novedosas, conjeturas originales o hipótesis inexploradas”.
Además, recomendó priorizar el desarrollo de herramientas inteligentes antes de abordar conceptos como la autoconciencia.
IA y medicina ¿El fin de las enfermedades en una década?
Hassabis destacó el potencial revolucionario de la IA en el desarrollo de fármacos. Actualmente, crear un medicamento tarda 10 años y cuesta miles de millones de dólares, pero con herramientas de IA, ese proceso podría reducirse a meses o incluso semanas. “Esto podría marcar el fin de muchas enfermedades en la próxima década”, aseguró.
También mencionó que el futuro de la IA está en la robótica, anticipando avances significativos en los próximos años. “Pronto veremos robots humanoides u otros tipos realizando tareas útiles en entornos reales”, señaló.
Hassabis: De neurocientífico a pionero de la IA
Demis Hassabis, formado en Cambridge, MIT y Harvard, es una figura clave en la IA moderna.
En 2014, su laboratorio DeepMind fue adquirido por Google, y en 2024 recibió el Premio Nobel de Química junto a John Jumper por AlphaFold, un modelo capaz de predecir la estructura de proteínas. Ese mismo año, el rey Carlos III del Reino Unido le otorgó el título de caballero.
Riesgos y desafíos: La IA sigue siendo una “caja negra”
A pesar del progreso exponencial, Hassabis admitió que los sistemas de IA siguen siendo impredecibles en su aprendizaje. “No programamos cómo interpretan los datos; emergen capacidades inesperadas, como en un ser humano”, explicó.
Por ello, abogó por límites éticos y medidas de seguridad integradas desde el diseño: “Debemos darles un sistema de valores, como se educa a un niño”.
Con la IA avanzando a un ritmo acelerado, Hassabis concluyó: “Estamos en una curva exponencial de mejora, pero el control responsable es clave”.
Fuente: CBS