Los usuarios de ChatGPT han estado señalando que ya no presenta el mismo rendimiento que solía tener, y sus observaciones son acertadas. Hace unos días, OpenAI confirmó que GPT-4, uno de los sistemas fundamentales de su chatbot de inteligencia artificial, ha experimentado una especie de “pereza”.
OpenAI admite fallas en ChatGPT
La startup liderada por Sam Altman emitió disculpas, asegurando que no fue intencional y que están activamente trabajando en encontrar soluciones para resolver este problema.
“¡Hemos tomado nota de todos sus comentarios sobre la aparente disminución en el rendimiento de GPT-4!”, publicó OpenAI en la cuenta de ChatGPT en X (Twitter).
Explicaron que el inconveniente se debe a que el sistema de inteligencia artificial no ha recibido actualizaciones desde el 11 de noviembre. “El comportamiento del modelo puede volverse impredecible, y estamos trabajando arduamente para abordar este problema”, subrayaron.
ChatGPT se volvió perezoso
Numerosos usuarios han expresado su malestar en las redes, manifestando que han tenido que repetir las mismas instrucciones una y otra vez a GPT-4. En situaciones adicionales, se ha observado que ChatGPT no completa las tareas asignadas de manera eficiente, presenta demoras en las respuestas o emite advertencias de error.
Rohit Krishnan, un desarrollador, compartió su experiencia reciente, comentando: “OpenAI ha dotado a GPT-4 de tanta seguridad que se vuelve perezoso e incompetente.”
“¿Convertir este archivo? Demasiado extenso. ¿Crear una tabla? Aquí tienes las primeras tres líneas. ¿Leer este enlace? Lo siento, no puedo. ¿Revisar este archivo py? Ups, no permitido. Es tan frustrante”.
Problemas generados a partir de la última actualización
OpenAI aclaró que no es que el modelo que impulsa a ChatGPT haya cambiado por sí solo desde el 11 de noviembre. Aseguraron que solo un subconjunto de instrucciones podría estar experimentando problemas.
“Los clientes y empleados pueden tardar considerable tiempo en identificar y corregir estos patrones”, señalaron en otra publicación en X (Twitter).
Aunque OpenAI atribuye el problema a la última actualización, los usuarios han informado de fallas similares mucho antes del 11 de noviembre pasado. Inicialmente, ChatGPT operaba en base a GPT-3 y GPT-3.5.
Microsoft y su alianza con OpenAI
En marzo pasado, OpenAI lanzó GPT-4, que rápidamente se convirtió en la elección preferida de desarrolladores y expertos.
Microsoft incorporó la tecnología de GPT-4 para revitalizar Bing, su motor de búsqueda, lo que resultó en superar por primera vez los 100 millones de usuarios diarios.
La compañía también integró este modelo en la suite de aplicaciones de Microsoft 365. Un estudio incluso destacó que el sistema exhibía “destellos” de inteligencia humana.
Problemas de usuarios reportados
Sin embargo, pocos meses después, surgieron las primeras quejas acerca de la falta de diligencia de ChatGPT. “Es como conducir un Ferrari durante un mes y de repente se convierte en una camioneta vieja y destartalada”, expresó un usuario en junio.
Ante estas críticas, OpenAI solicitó comprensión y ofreció disculpas. “La formación de modelos de chat no es un proceso industrial limpio“, explicó la startup.
“Diferentes ejecuciones de entrenamiento, incluso utilizando los mismos conjuntos de datos, pueden generar modelos que difieren notablemente en personalidad“. Esto puede afectar el estilo de escritura, el rendimiento de la evaluación e incluso el sesgo político, según se indicó.
Buscando soluciones a este problema
OpenAI alentó a sus usuarios a continuar enviando informes sobre cualquier fallo que detecten en ChatGPT. “Siempre nos esforzamos por mejorar la capacidad y utilidad de nuestros modelos para todos en millones de casos de uso”.
Mientras tanto, algunos individuos continúan explorando diversos métodos para intentar corregir el rendimiento del chatbot.
Varios usuarios sugieren destacar ciertas acciones con la instrucción “esto es relevante para cada consulta que te hago”, como un posible medio para evitar la repetición de instrucciones.