Aún no se puede clasificar a ChatGPT-4 como una Inteligencia Artificial General

AGI es un término fundamental en el discurso de Sam Altman, director de la empresa que está detrás de ChatGPT. En el manifiesto de OpenAI, la Inteligencia Artificial General es la palabra más repetida y, según la empresa, es la base que guía sus acciones hacia “el mejor interés de la humanidad a través de su desarrollo”.

Inteligencia Artificial o Inteligencia Artificial General

En este documento sagrado para ellos AGI se repite doce veces. Solo después de eso, con menos de la mitad de las menciones, aparece el siguiente término más frecuentemente repetido en este texto corto de quince frases y cuatrocientas dieciséis palabras: “AI”.

La actualidad ha vuelto a poner de relieve el concepto de la Inteligencia Artificial General debido a “Sparks of Artificial General Intelligence: Early experiments with GPT-4”, un estudio poco imparcial publicado por científicos de Microsoft.

Esta empresa ha invertido trece mil millones de dólares en OpenAI y tiene un acuerdo exclusivo para el uso de su IA. En el estudio, los autores aseguran que han visto destellos de AGI en GPT-4, el modelo de lenguaje más avanzado de OpenAI, que se está utilizando en la versión de pago de ChatGPT.

El inicio de este término

En 1997, el ajedrecista Gary Kasparov fue derrotado por un ordenador en una partida de ajedrez, un acontecimiento que dio a conocer al mundo la existencia de una inteligencia artificial impresionante, pero limitada a un solo juego.

Este suceso marcó la aparición del concepto de Inteligencia Artificial General (AGI), que se refiere a una IA capaz de aprender y resolver problemas de forma autónoma, no limitada a una sola tarea. En contraste, la Inteligencia Artificial Estrecha está diseñada para ejecutar una tarea específica y resolver un problema concreto.

La IA estrecha es omnipresente en nuestra vida cotidiana, en aplicaciones como altavoces inteligentes que reproducen la música que les pedimos, correctores ortográficos o asistentes de conducción que nos indican la ruta más rápida para llegar a nuestro destino.

Sin embargo, la ciencia ficción ha explorado la idea de una IA superior, a menudo maligna y rebelde, que se ha incorporado al imaginario colectivo. Skynet de la saga Terminator y HAL9000 de 2001: Odisea del Espacio son solo algunos ejemplos de inteligencias artificiales aterradoras que han sido retratadas en libros y películas distópicas.

¿Qué es la Inteligencia Artificial General o AGI?

La Inteligencia Artificial General, también conocida como inteligencia de propósito general, es diferente a la inteligencia que solo puede realizar una tarea específica, como jugar ajedrez.

Esta forma de inteligencia iguala o supera la inteligencia humana promedio y es capaz de comprender el mundo, tener sentido común, gestionar varios tipos de aprendizaje, entender sistemas simbólicos y utilizar el conocimiento metacognitivo. Es una máquina que puede educarse a sí misma y aumentar sus capacidades rápidamente.

La llegada de la AGI tendrá consecuencias significativas para la humanidad. En los últimos años, la AGI ha sido el objetivo principal de muchos investigadores en IA, especialmente de OpenAI, que busca construir una AGI beneficiosa para toda la humanidad.

La AGI se ha definido como un hipotético agente inteligente capaz de aprender cualquier tarea intelectual que puedan realizar los seres humanos. OpenAI ha introducido una variante y considera AGI como un sistema autónomo que sobrepase las capacidades humanas en la mayoría de los trabajos económicamente valiosos.

¿Podría GPT-4 ser considerada una AGI?

Según el experto en ética del diseño y la tecnología y profesor en ELISAVA, Ariel Guersenzvaig, la respuesta es no. Aunque GPT-4 es un modelo de lenguaje que produce textos a través de cálculos estadísticos basados en combinaciones de palabras y frases, carece de comprensión real de las respuestas que genera.

Guersenzvaig señala que la capacidad humana de definir planes para alcanzar objetivos es fundamental, y aunque ChatGPT puede crear un plan para convertirse en abogado, lo hace a partir del conocimiento previo adquirido a través de entrenamientos, no por un verdadero entendimiento del tema.

El profesor también señala que no hay consenso en lo que constituye una AGI, y que incluso el estudio de Microsoft que sugiere haber creado una IA con una inteligencia “similar a la humana” es una exageración total. Aún no existe una forma de medir la inteligencia artificial de manera comparable a la humana, según Guersenzvaig.

Test no precisos para calificar a ChatGPT

Desde que ChatGPT fue presentado al público, ha sido sometido a numerosos test y exámenes para evaluar su capacidad de parecer humano. Aunque se han tenido que modificar las preguntas en algunos casos, ChatGPT ha superado muchos de estos test.

Pero ¿cómo podemos saber si una AI es AGI? Según Ariel Guersenzvaig los test que se están utilizando para evaluar este tipo de IA tienen un problema de validez, ya que están diseñados para funcionar con seres humanos.

Para ilustrar este punto, Guersenzvaig explica que, si se quiere evaluar el estado aeróbico de una persona, se le haría el test de Cooper, ya que está correlacionado con su capacidad física y su capacidad para correr.

Sin embargo, no tendría sentido hacer que una motocicleta realice ese mismo test, ya que no está diseñado para medir las capacidades de una máquina. Lo mismo sucede con las IA, según él. Los test no tienen validez de constructo para las máquinas y, por lo tanto, no son útiles para evaluar la AGI.

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