Amistad artificial, riesgos de la conexión emocional con chatbots

A finales de julio, OpenAI presentó una nueva interfaz de voz para ChatGPT que sorprendentemente imita la conversación humana. Sin embargo, esta innovación ha traído consigo una serie de preocupaciones sobre los posibles riesgos de la inteligencia artificial (IA).

En un reciente análisis de seguridad, la empresa reconoce que la voz antropomórfica de ChatGPT puede generar una conexión emocional tan fuerte con los usuarios que podría llevar a una dependencia poco saludable.

Peligros de la antropomorfización de la IA

La antropomorfización, es decir, la tendencia a atribuir características humanas a objetos o entidades no humanas es un fenómeno que se ha intensificado con el desarrollo de modelos de lenguaje avanzados como GPT-4. OpenAI ha identificado varios riesgos asociados a esta tendencia:

Falta de transparencia en el desarrollo de la IA

A pesar de los esfuerzos de OpenAI por abordar estos riesgos, algunos expertos en IA han expresado su preocupación por la falta de transparencia en el desarrollo de estos modelos.

Lucie-Aimée Kaffee, investigadora de Hugging Face, señala que la empresa no ha proporcionado detalles suficientes sobre los datos utilizados para entrenar a GPT-4, lo que plantea interrogantes sobre el consentimiento y la privacidad de los usuarios.

Neil Thompson, profesor del MIT, agrega que los riesgos de la IA son dinámicos y pueden evolucionar con el tiempo. Es fundamental que las empresas como OpenAI continúen evaluando y mitigando estos riesgos a medida que sus modelos se vuelven más sofisticados.

La voz de ChatGPT plantea nuevos desafíos éticos y de seguridad

La interfaz de voz de ChatGPT ha introducido nuevos desafíos éticos y de seguridad. Los investigadores de OpenAI han observado que los usuarios a menudo hablan con el modelo como si fuera una persona real, utilizando expresiones de afecto y confianza.

Además, la voz puede ser utilizada para engañar a las personas o manipular sus emociones.

OpenAI también ha identificado otros riesgos asociados con la voz de ChatGPT, como que la voz podría ser utilizada para introducir comandos que permitan al modelo violar sus propias reglas de seguridad.

Del mismo modo puede ser utilizada para imitar la voz de una persona específica con el fin de engañar a otros o inclusive para persuadir a las personas a adoptar creencias o comportamientos específicos.

La capacidad de la IA para simular la conversación humana plantea importantes preguntas sobre los límites de la tecnología y los riesgos que esta puede representar para la sociedad.

Si bien OpenAI ha dado un paso importante al reconocer estos riesgos, es necesario que la industria en su conjunto trabaje de manera colaborativa para desarrollar estándares y regulaciones que garanticen el desarrollo seguro y ético de la inteligencia artificial.

Fuente: CNN

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