Antes de instalar alguna aplicación en el sistema operativo Android, el usuario debe aceptar una serie de permisos que requiere la aplicación para su funcionamiento, es un proceso muy sencillo, por lo que la mayoría de los usuarios no leen con detenimiento los permisos que le están otorgando al desarrollador. Aún habiendo leído los permisos, muchas veces no es clara la manera en la que éstos serán usados, es decir, no es de extrañarse que una aplicación de mapas use el GPS, pues es parte integral de su funcionalidad, pero que una aplicación para usar el flash de la cámara como lámpara use ese mismo sensor, podría parecer innecesario.
Vocativ se dio a la tarea de crear una infografía en la que se analizaron las 25 aplicaciones más populares, en la primera columna se ve el número de permisos que requieren, sigue la de las aplicaciones que tienen acceso a los contactos, luego las que pueden leer los mensajes, las que usan el micrófono y por último, las que tienen acceso al registro de llamadas.
De los permisos anteriores, el uso del micrófono es el más extraño, imaginemos que una aplicación esté grabando todos los sonidos que rodean al usuario sin que éste se de cuenta. La verdad es que eso no pasa, sólo se activa el uso del micrófono cuando el usuario lo solicita, por ejemplo, cuando se hace una llamada por Skype. Aún así, Facebook tiene una función opcional en la que usa el micrófono para reconocer música, programas de TV o películas.
En cuanto al porqué las aplicaciones requieren tales permisos, hay varias razones, una de ellas es dotarlas de funcionalidades útiles, pueden ser tan simples como que el teléfono vibre cuando nos llega un mensaje o como mencioné anteriormente forman parte esencial de la funcionalidad de la aplicación como el GPS en alguna aplicación de mapas. Por ejemplo, la aplicación de The Weather Channel pide permiso para saber la red WiFi a la que se está conectado, podría parecer extraño, pero en realidad es para alertar el usuario en caso de haber una emergencia climatológica.
Otra razón por la que requieren varios permisos, como el uso del GPS en la aplicación de la lámpara, es para mandar datos a los encargados de enviar publicidad, quienes necesitan datos para mostrar publicidad más específica para cada usuario. Por ejemplo, Foursquare enviaría anuncios de las tiendas donde compre el usuario.
La última razón es completamente arbitraria, los desarrolladores piden esos permisos simplemente porque pueden y no hay alguien que pueda detenerlos. Aunque la mayoría de los desarrolladores no recolectan información con algún fin maligno, muchos no tienen algún objetivo inmediato sobre qué hacer con esa información.
La Comisión Federal de Comercio (FTC por sus siglas en inglés), ha propuesto algunas pautas para los desarrolladores, pero muchas veces son ignoradas, por lo que se ha dedicado a buscar aplicaciones que recolectan información que no deberían. En 2013, la red social Path fue multada por 800,000 USD por recolectar datos de los contactos guardados en el teléfono. Yelp también fue multado con 450,000 USD por recopilar datos de la localización de usuarios menores de edad.
Fuente: Vocativ