Mientras Qualcomm presentaba sus más recientes CPUs Snapdragon 8 Elite en un evento en Maui, Arm intensificó un conflicto con un largo historial al revocar la licencia arquitectónica que tenía con Qualcomm, aumentando así la tensión entre ambas compañías por desacuerdos sobre términos de licencia.
De acuerdo con Bloomberg, Arm envió a Qualcomm una notificación de terminación de 60 días, lo cual amenaza seriamente la posibilidad de que Qualcomm lance hardware basado en la arquitectura de Arm.
El inicio de la disputa legal
Este enfrentamiento se remonta a 2019 y ha cobrado relevancia debido a la participación de Gerard Williams, el destacado ingeniero de silicio que fue responsable del diseño de procesadores como el A7 de Apple, el primer procesador móvil de 64 bits.
Williams dejó Qualcomm para fundar Nuvia, una empresa de diseño de CPUs que originalmente desarrollaba chips para servidores basados en tecnología Arm.
Qualcomm adquirió Nuvia en 2021, modificando sus planes originales para enfocarse en procesadores móviles, como el Oryon, que impulsa el nuevo Snapdragon Elite 8, recientemente revelado en Maui.
Arm, sin embargo, presentó una demanda alegando que la licencia original de Nuvia estaba destinada a un producto de menor volumen para servidores, y no a hardware móvil que llegaría a millones de dispositivos.
Ante la falta de un acuerdo de licencia renovado, la disputa legal sigue en marcha y se espera que vaya a juicio más adelante durante este 2024.
No obstante, Arm tomó la iniciativa de rescindir la licencia antes del juicio, lo que podría impactar considerablemente las operaciones de Qualcomm. A diferencia de la arquitectura RISC-V, de código abierto, Arm ha sido estricta en la protección de sus diseños, con licencias que varían en costo y términos de entrega.
¿Arm solo busca mayores regalías por parte de Qualcomm?
En una declaración oficial, Arm afirmó que “no tuvo otra opción que tomar medidas formales” debido a lo que considera incumplimientos materiales del acuerdo de licencia por parte de Qualcomm.
Según Arm, esto es esencial para proteger el ecosistema que ha construido junto a sus socios durante más de tres décadas, y asegura estar preparada para enfrentar el juicio en diciembre, con confianza en que la resolución le favorecerá.
Qualcomm, por su parte, respondió: “Esto es más de lo mismo por parte de Arm: amenazas infundadas para intimidar a un socio con largo historial, interferir con nuestros CPUs de alto rendimiento y aumentar las tasas de regalías, sin importar los amplios derechos de nuestra licencia arquitectónica”.
Según Qualcomm, Arm busca desestabilizar el proceso legal con una estrategia que consideran infundada, reafirmando que sus derechos bajo el acuerdo de licencia se mantendrán.
Este evento de Qualcomm en Maui sucede después de la presentación de su nuevo coprocesador de IA, el Networking Pro A7 Elite, en París a principios de mes. Este chip ha sido diseñado para ofrecer experiencias de red más rápidas y seguras, optimizadas para hogares y oficinas.
Fuente: Bloomberg