Las acciones de Nvidia sufrieron una fuerte caída este miércoles después de que la compañía anunciara que enfrentará costos adicionales por $5.500 millones de dólares debido al endurecimiento de las normas de exportación de EE.UU. hacia China.
El gobierno estadounidense ahora exige una licencia especial para vender su chip de IA H20 en el mercado chino, incluido Hong Kong, lo que afectará significativamente sus ventas en una de sus regiones clave.
Guerra tecnológica entre EE.UU. y China se intensifica
Esta medida forma parte de la creciente guerra comercial y tecnológica entre ambas potencias, que ha llevado a la imposición de aranceles y barreras en sectores estratégicos.
Según Nvidia, las autoridades estadounidenses justifican la restricción argumentando que estos chips podrían utilizarse en el desarrollo de supercomputadoras chinas, un ámbito considerado sensible para la seguridad nacional.
Reacción del mercado y perspectivas futuras
Las acciones de Nvidia cayeron un 6,5% en las primeras horas de negociación, arrastrando también al índice Nasdaq, que retrocedió un 2,3%.
Aunque el impacto financiero es significativo, analistas como Marc Einstein de Counterpoint Research consideran que la empresa puede absorber el golpe. Además, sugieren que estas medidas podrían ser tácticas negociadoras y no descartan ajustes en las políticas en el futuro cercano.
Por otro lado, Rui Ma, fundadora del podcast Tech Buzz China, advierte que, de mantenerse las restricciones, las cadenas de suministro de semiconductores de IA entre ambos países podrían desacoplarse por completo, lo que aceleraría la autonomía tecnológica china.
Nvidia, de los gráficos a la revolución de la IA
Fundada en 1993, Nvidia comenzó como líder en chips gráficos para videojuegos, pero su apuesta por la inteligencia artificial la ha convertido en un actor clave del sector.
Sin embargo, su dominio podría verse amenazado por el avance de competidores chinos, como DeepSeek, que ha desarrollado modelos de IA a costos mucho menores.
Este escenario refleja la batalla por la supremacía tecnológica global, donde los semiconductores se han convertido en un campo de disputa estratégico. Mientras tanto, Nvidia deberá adaptarse a un panorama comercial cada vez más fragmentado.
Fuente: Reuters
