En China se desmontan GPU´s de Nvidia para aprovechar los chips en Inteligencia Artificial

Esto con el fin de evadir las restricciones de EE.UU.

La rivalidad tecnológica entre Estados Unidos y China ha ido en aumento en los últimos años.

China ha logrado sortear los obstáculos

En un intento por frenar el crecimiento tecnológico chino, los Estados Unidos han intensificado sus sanciones en los últimos meses, especialmente dirigidas a restringir el acceso de China a las tarjetas gráficas más potentes del mundo.

Paradójicamente, lejos de alcanzar el objetivo estadounidense, China ha demostrado su capacidad para sortear estas restricciones y continúa aprovechando al máximo las ventajas de estas unidades de procesamiento gráfico.

Según un informe reciente de JeuxVideo, en China se ha dado luz verde para que empresas vinculadas al gobierno y laboratorios especializados en inteligencia artificial operen intensivamente en el desmontaje de tarjetas gráficas.

Después de la prohibición de la RTX 4090, las empresas chinas se lanzaron a la tarea de adquirir la mayor cantidad posible de estas unidades.

Esta tendencia ha persistido incluso con el lanzamiento de la RTX 4090 D, una opción exclusiva del mercado chino que es un 5% más lenta que la GPU original.

Desmontaje de Torres RTX 4090

En respuesta a las limitaciones comerciales impuestas por las empresas estadounidenses respecto a China, estos últimos han encontrado soluciones ingeniosas para seguir aprovechando las ventajas de la tecnología estadounidense.

En este sentido, las empresas asiáticas están reutilizando los chips de las GPU obtenidos mediante el desmontaje de las unidades de NVIDIA. Según información recopilada por un portal francés en diciembre, se ha informado de una fábrica que desmontó más de 4,000 tarjetas gráficas NVIDIA.

Según Charlie Chai, un analista especializado en tecnología china, esto refleja la urgencia del país por progresar en sectores como la inteligencia artificial.

En consecuencia, China está intensificando sus esfuerzos para mantenerse a la vanguardia a pesar de las prohibiciones, lo que se traduce en medidas como estas, así como en una aceleración en la producción y desarrollo de sus propios chips.

Sin importar el enfoque, parece que este no será el último episodio en la continua disputa entre Estados Unidos y la región asiática.

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