La apertura de la planta de semiconductores de TSMC en Arizona contará con la presencia de figuras de alto perfil, ya que tanto el actual presidente Joe Biden como el próximo, Donald Trump, están comprometidos en llevar la industria de semiconductores de Estados Unidos a nuevos niveles.
Dicha iniciativa representa un gran logro para la industria nacional, enmarcándose como un logro político impulsado por la Ley CHIPS, un proyecto que ha sido visto como polémico, especialmente por Trump, quien lo ha calificado como un paso “desacertado”.
Dos enemigos unidos por un país
Según un informe de DigiTimes, esta será la primera ocasión en la que Biden y Trump se reúnan públicamente desde la elección, demostrando el peso de esta inauguración para el futuro de la tecnología estadounidense.
Aunque el informe no confirma el evento, el Ministro de Economía de Taiwán aseguró que la ceremonia de inauguración será “significativa”, con la expectativa de la asistencia de importantes personalidades. La presencia de ambos líderes subraya la trascendencia de esta apertura como una meta de independencia tecnológica para Estados Unidos.
La planta de TSMC en Arizona se ha convertido en uno de los mayores logros de la administración de Biden en su esfuerzo por impulsar la producción nacional de semiconductores, particularmente ante la creciente demanda de empresas clave como Apple y NVIDIA.
Alejándose de la dependencia del extranjero
La estrategia de Estados Unidos se orienta hacia una menor dependencia de proveedores internacionales, especialmente de Taiwán, y a un impulso a la producción interna que estimulará la industrialización y el crecimiento local.
La ceremonia de apertura de la planta de TSMC se llevará a cabo en la primera semana de diciembre de 2024, mientras que la producción en masa se prevé que inicie para el primer semestre del próximo año.
Originalmente, la planta se proyectó para producir chips de 5nm y 4nm, pero TSMC ha expresado planes para agregar líneas de producción de 2nm, asegurando que las instalaciones en Estados Unidos estén al nivel de sus plantas en Taiwán, aunque con un acceso más temprano a nodos avanzados en las fábricas taiwanesas.
Por otro lado, Donald Trump ha señalado que Taiwán está “apropiándose” de tecnología de semiconductores de Estados Unidos y que debería ponerse fin a esta situación.
Será interesante observar cómo la administración estadounidense, bajo el mando del nuevo presidente, da forma al rumbo de la industria y alinea sus políticas para reducir la exclusividad de la que TSMC disfruta actualmente.
Fuente: Digitimes