El tema de la lectura en nuestro país siempre ha sido de gran interés para las grandes encuestas, por su puesto y evidentemente tarea anual de la Encuesta Nacional de Lectura y Escritura, en la cual se refleja un promedio general de los mexicanos sobre cuántos libros se leen al año. Resulta increíble que en 2014 esta encuesta arrojó un total de 2.94 libros al año, mientras que el 2015 concluyó con 5.3 libros por año.
Aunque esta no es la única encuesta que se realiza en torno a este tema, también existen los registros que lleva de manera anual el Instituto Nacional de Estadística y Geografía <<INEGI>>. Los resultados que recabaron durante los primeros 20 días de febrero distan mucho de la cifra anual, ya que su estudio arrojó un total de 3.8 libros al año ¿A quién le podemos creer?
De cualquier forma y pensando en ambas cantidades, podemos reconocer que son pocos libros al año, no se lee siquiera un ejemplar por mes, lo que resulta preocupante. Es verdad que este tipo de encuestas se centran específicamente en libros, sin embargo, podríamos decir que los mexicanos leemos <<al igual que otras naciones>> en demasía y a cada momento, claro, no siempre se trata de contenido que puede enseñarnos algo…
Como ya dije, no siempre nos acercamos a contenido que nos aporte algo, pero ahora con los diferentes artículos virales que se expanden por las redes sociales nos hemos acostumbrado a leer pequeños artículos en los cuales nos muestran datos curiosos sobre cualquier cosa que ocupa un lugar en este mundo… “la número 6 te va a impactar”.
Notas pequeñas << noticias publicadas en PoderPDA>> o estados de nuestros contactos en los que externan opiniones sobre cualquier tema controversial, lo que también levanta nuestros ánimos para aventurarnos en los comentarios y darle rienda suelta a nuestras ideas para plasmarlas y adentrarnos en el extenso debate, todo esto cuenta como lectura, aunque no lo parezca, claro, podríamos pensar que está mal enfocada, pero no podemos correr sin saber caminar.
Fomentando mejores hábitos
En el centro del país, <<la Ciudad de México>> se han emprendido diferentes campañas para acercar a las personas a la lectura, muchos se han quedado únicamente en planes y otros más han fracasado recién comenzados, tal es el caso de los diferentes programas que ha implementado el metro como “Para leer de boleto en el metro”, el más antaño me parece, que culminó con el robo de los libros y su venta en los tianguis de toda la Ciudad y sus alrededores.
Esta campaña se extendió, inclusive durante el 2015 se reinició esta labor pero el resultado cambió un poco, en esta edición se tenía registrado que el 70% de los libros eran devueltos, al menos, ahora sobrevivieron algunos ejemplares. Existió otro programa que era mucho más moderno, en el cual escaneabas un código QR mediante la cámara de tu smartphone y te daba acceso a uno o dos capítulos del libro que habías seleccionado, una buena manera de “picarte” con el libro y después comprarlo.
Una de las últimas campañas de las que tengo conocimiento es una que realizó el Fondo de Cultura Económica junto con una de las aplicaciones más famosas para obtener citas: Tinder bajo la batuta de la agencia Only If. Mediante este programa buscaron promover la lectura en nuestro país, dando vida a ciertos personajes literarios, otros más históricos, dotándolos de un perfil en Tinder y conversando con los usuarios interesados bajo el contexto de cada personaje. Sin duda, vale la pena conocer el proyecto:
Libros digitales: una posible solución
Los esfuerzos ahora son redoblados gracias a la tecnología, en la mayoría de los dispositivos es sencillo tener alguno en archivo PDF <<pensando en la amplia oferta que ofrece internet sobre libros gratuitos y otros no tanto…>> o en aplicaciones especificas como Google Books o iBooks. Desde luego, también los dispositivos que son fabricados de manera especial para esta tarea como las famosas Kindle de Amazon.
Según un estudio realizado por Forbes México, 25 millones de mexicanos no tienen acceso a la lectura, esto pensando en la cantidad de bibliotecas o librerías que existen en el territorio, ya que por cada 13,000 habitantes existe una biblioteca. Estos datos me pesan mucho, hoy día es infinitamente mayor la posibilidad de tener acceso a un libro, existen puestos ambulantes en los que puedes adquirir algún título por la módica cantidad de 10 o hasta 5 pesos.
Ahora, de la mano de la tecnología este hábito comienza a expandirse por toda la población, apenas en 2015 México se coronaba como el país con más descargas de e-books de toda América Latina. Se estaban promediando 60 mil libros descargados al mes y el precio promedio estaba en $135 pesos por libro. Pensando en esta cantidad también es importante recalcar que únicamente el 8% de la población en Latinoamérica ha leído un libro digital, estos datos pueden crecer de manera inminente durante los próximos meses.
Fomentar la lectura es obligación de todos, este tipo de hábitos se adquieren en la escuela o directamente de la familia ¿Por qué no comenzamos? Es un buen momento y como pequeño aporte, una lista de las aplicaciones que más se usan para descargar libros gratuitos:
- Wattpad
- Cool Reader
- Kindle
- Google Play Books
- Aldiko Book Reader
Y tú, ¿cuántos libros, artículos, noticias, periódicos, publicaciones, revistas, etc. lees al año? Difícil de saber, no nos agobiemos con los números y estadísticas tan bajas que nos proporcionan estas encuestas, pero tampoco nos olvidemos de seguir trabajando en estos aspectos, utilicemos la tecnología de manera útil, con sentido.
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