Mucho tiempo y reflexión le he dedicado al tema de las redes sociales, pero en la mayoría de los casos salen a relucir los malos usos de estas grandes herramientas, mismas que no sabemos aprovechar y es que en los últimos años se han ganado una pésima reputación gracias a los temas de acoso y la divulgación de información falsa que atiborra a la red y se comienza a viralizar por todos los usuarios.
Inclusive la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal <<CDHDF>> ha detectado que los casos de ciber-acoso, bullying, pornografía infantil y el abuso de menores se están convirtiendo en prácticas cada vez más comunes y que culminan en las redes sociales y otros cientos de sitios prohibidos. Mucho se habla de implementar una iniciativa de ley que combata estos problemas.
La protección de datos de los menores de edad que ocupan cualquier tipo de comunicación de internet es un debate que seguirá durante los próximos meses. Pero muchos no ven el trasfondo del problema ¿Por qué los menores de edad tienen acceso a estas herramientas? Desde que se realiza un registro en cualquiera de estas plataformas, el sitio tiene un control de edad para evitar estos problemas.
Es un problema que se debe combatir desde casa, los padres deberían cargar con esta responsabilidad, no tenemos que esperar que nuestras instituciones hagan algo al respecto o se emprendan iniciativas de ley para proteger a los menores de edad. Se tiene estimado que cerca del 90% de niños y niñas tienen su primer contacto con internet antes de los 11 años, un 83% de ellos lo realiza en su hogar.
Las políticas de privacidad en estos sitios no basta para terminar con la interacción de los menores con estos sitios, las medidas deben cambiar drásticamente desde nuestras casas. Una simple moda ha modificado las conductas y necesidades de los infantes alrededor del mundo. Una prueba clara de esta transformación es YouTube, que es la plataforma perfecta para que se den a conocer como la mayoría de sus ídolos de la red.
Son problemas fundamentales y en otra ocasión los abordaré de mejor manera. En esta ocasión toca resaltar las partes buenas de las redes sociales y que muchos hemos conocido porque se han esparcido por toda la red y en algún momento llegaron hasta nuestro muro de noticias o nos lo mostró algún buen amigo. Llegado este punto, recupero la fe en estos sitios.
Cambios gracias a las redes sociales
Uno de los últimos casos que sonaron en todas las redes sociales fue la devastación que se llevó a cabo en el malecón Tajamar, en Cancún. Se difundieron decenas de videos y fotos del ecocidio que se cometió en dicho sitio, esto provocó la rabia de los ecologistas seguidos de toda persona que pudo enterarse de este terrible incidente mediante las redes sociales, también esta acción condujo a la recolección de firmas mediante documentos electrónicos.
Sin duda, uno de los grupos ecologistas más importantes del país, Greenpeace, fue en mayor parte el responsable de la movilización de gente y bastas peticiones para la cancelación de este proyecto, pero no recurrieron únicamente a la manifestación <<que se realizó en las oficinas de Fonatur>>, también mediante la vía legal interpusieron una solicitud para suspender la obra de chapeo, desmonte y relleno en el malecón.
Además se realizó otra protesta frente a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente <<Profepa>> en Quintana Roo, junto con la denuncia colectiva que logró recolectar 917 firmas para suspender este proyecto. Sin duda, las redes sociales jugaron un papel importante para que esta historia se tornara a favor del sitio y de los inconformes, haciendo un llamado claro a la protección de los humedales mexicanos.
Otro caso que fue muy sonado e inclusive divertido <<aunque la historia original no tendría por qué haber sido tomada de este modo en las redes sociales>> fue el caso de la camioneta robada en Hermosillo, Sonora. Zaira, dueña de la camioneta, al acudir al ministerio publico para denunciar el robo no contaba con una fotografía del vehículo, por lo que decidió dibujarla en una hoja de papel.
Este dibujo circuló por internet durante varios días, las burlas no se hicieron esperar, pero inclusive esta actitud burlona aportó pistas al caso y desde luego, hizo que más personas se enteraran del caso de la camioneta robada. Sin duda, no estamos ante uno de los mejores escenarios para divulgar una noticia o petición como esta, pero al final resultó ser un buen aliciente para que la población participara.
Días después, la camioneta fue recuperada, además, gracias a un especie de concurso que llevó a cabo una concesionaria de la automotriz Chevrolet, lograron que se le regalara una camioneta de último modelo a la dueña de tan peculiar dibujo, gracias al apoyo de las personas mediante “likes” en una publicación ¿La meta? 1 millón de me gusta. Desde luego, este objetivo se alcanzó en menos del plazo acordado por la concesionaria.
Podríamos continuar enlistado buenas acciones que han comenzado y culminado gracias a las redes sociales, pero el fin de este artículo es crear conciencia y ver el lado positivo de estas herramientas y aprovecharlas al máximo, se han transformado, ahora otras necesidades aquejan a estos sitios, démosle la importancia que requieren y, de ser posible, sumémonos a las diferentes acciones que se emprenden.
No debemos descartar tampoco la posibilidad de ser engañados mediante este tipo de acciones, no todo lo que se ve en Facebook es cierto, en muchos casos también nos encontramos ante situaciones inventadas que se desarrollan por alguna foto que sirve como anzuelo para atraer a gente con ganas de ayudar, también depende de nosotros involucrarnos con la situación y examinarla de manera minuciosa.
Estamos conociendo otros horizontes que se ofrecen, ya no sólo se trata de stalkear a la persona que te gusta o perder el tiempo explorando las diferentes publicaciones de tus amigos, ahora, juegan un papel muy importante para la unificación social y ayuda mutua. Algo que se ha perdido con el paso de los años y que tenemos que recuperar de manera casi inmediata.
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