El día de ayer realicé la primera entrega de ¿Qué nos ha quitado la tecnología? Pero los temas que logré abordar en esa primera fase se centraron únicamente en aspectos de nuestra infancia o que le competen a los niños de esta era tecnológica, que sin duda, son los sujetos perfectos para centrar los cambios principales entre una generación y otra.
En esta ocasión, me parece pertinente abordar temas que nos competen a las generaciones, que actualmente, pertenecemos a la población adulta y que también nos hemos visto afectados por los diferentes aparatos electrónicos que se venden, junto con todo el software que se sigue desarrollado para estos aparatos, muchos sabemos los problemas y a otros más nos cuesta asimilarlos.
Siempre hemos buscado lucir bien ante la sociedad, esto implica adaptarse a diferentes modas, de tal modo que seas “bien visto” por todos los que te rodean, el tener la aceptación de todos siempre ha formado una parte esencial <<no en muy buena medida>> de los seres humanos y esto no ha cambiado, pero sí se ha transformado y ahora buscamos esta aceptación en otros espacios y con gente que en nuestras vidas conoceríamos.
Y muchos se preguntarán ¿Cómo ha afectado la tecnología este ámbito? Sencillo, las redes sociales sirven para compartir momentos con nuestros amigos y familiares, la mejor manera de plasmarlo es mediante fotografías, algo que conservamos pero que digitalizamos <<muchos lo agradecemos infinitamente>>, aquí interviene la aceptación de nuestros contactos, inclusive si no los conocemos.
Las aplicaciones de filtro para fotografías le han quitado la magia a todas las imágenes, ahora es imposible que las personas tengan fotos buenas, malas y horribles… no, no, no, buscamos la perfección mediante distintos filtros, si una fotografía no nos gusta, la repetimos una y otra vez, la espontaneidad de las fotografías se ha perdido, dando paso a una belleza creada por nuestros… dispositivos, que no hacen ninguna diferencia al verlos en persona.
Nos encaminamos hacia esta perfección debido a nuestra permanencia en la red, las redes sociales nos obligan a recordar y guardar estos momentos, es por esto que no podemos atesorar ningún momento engorroso y que nos haga ver mal ante nuestros amigos, familia o pretendientes. Seguimos atados a estos recuerdos aunque es algo a lo que los seres humanos estamos condenados.
Comunicación
Ya lo he mencionado en otras ocasiones, pero no he logrado ahondar en el tema como me gustaría: la comunicación. La comunicación ha formado parte del ser humano, de su mano, la escritura, que ha servido como base para establecer temporalidades en nuestra historia y desde luego, en nuestras capacidades de transmitir conocimiento gracias a diferentes medios.
La tecnología ha mermado nuestra capacidad para comunicarnos y también nuestro modo de interactuar con el mundo y con las personas se está volviendo cada vez más hostil y menos tolerante. Ahora, las posibilidades de enviar mensajes, hablar por teléfono o enviar mensajes de voz nos ha alejado del contacto con nuestros amigos y en el más remoto de los casos, con nuestras familias.
El cómo nos comunicamos se ha transformado de manera increíble, para bien o para mal hemos llegado hasta este punto, pero otro problema <<que me parece central y de los más preocupantes>> es que nuestro vocabulario se ha reducido, es decir, ocupamos menos palabras para expresarnos y en la mayoría de las ocasiones esto no nos atormenta siquiera un poco al releer nuestros mensajes.
Esta situación afecta, en mayor medida, a los jóvenes que utilizan diferentes modos de comunicación, el lenguaje de estas generaciones se ha deformado y transformado de un modo tan extraño, abreviando palabras, omitiendo otras. En las palabras de Pedro Luis Barcia de la Academia Argentina de Letras: estamos convirtiendo al chico en un inepto expresivo y, por lo tanto, en un ciudadano de segunda en el futuro.
Otro de los problemas es que interactuar con las personas se ha vuelvo una tarea más difícil debido a que nos volvemos cada vez menos tolerantes. También el modo en que conocíamos a la gente ha cambiado, era común entablar conversaciones con las personas en el transporte público, en algún parque o en la calle, un diálogo corto que te diera la posibilidad de obtener un número telefónico o inclusive una cita.
Los niños son los más afectados en este apartado, ya que su capacidad de socializar se ha visto muy afectada, el jugar y desenvolverse en un ambiente rodeado de niños <<gracias a la socialización>> es un factor que resulta importante para el futuro de estas generaciones y cómo se desenvolverán en sociedad al crecer. Esto lo están perdiendo por la gran parte de tiempo que dedican a tablets y juegos de video, dejando a un lado la interacción.
Un estudio realizado en España indica que nuestro cerebro se está transformando <<en lugar de atrofiando>> por la tecnología, estamos dirigiendo nuestras capacidades hacia otros objetivos que están planteados por las necesidades actuales. Por ejemplo, en estos tiempos, estamos obligando a nuestro cerebro a desarrollar de manera acelerada la visión, ya que centramos nuestros ojos en las pantallas de los diferentes dispositivos, esto se convertirá en una evolución permanente.
Es verdad que estos procesos evolutivos duran cientos o inclusive miles de años para que podamos notar diferencias, por ahora, justo es un proceso de adaptación, pero continuará, la tecnología sigue avanzando y los dispositivos que encontramos en el mercado siguen aumentando de manera desmesurada. Aún no hemos llegado a lo más alto de esta escalera.