Con frecuencia, nos referimos a las grandes empresas tecnológicas como un ente único. Aunque comparten ciertos rasgos, la realidad es que todas compiten arduamente entre sí por obtener la mayor porción del mercado.
Los años dorados de Apple
Desde el año 2011, Apple ha ostentado el título de la empresa más grande del mundo en capitalización bursátil la mayor parte del tiempo, ocasionalmente cediendo el primer puesto. En su primera incursión, el valor de mercado de Apple rondaba los 340.000 millones de dólares.
No obstante, el pasado mes de junio marcó un hito histórico cuando Apple se convirtió en la primera empresa en alcanzar una capitalización bursátil de 3 billones de dólares.
Este impresionante ascenso y su dominio continuado se han alimentado de la constante innovación, un diseño sofisticado y una meticulosa atención a los detalles más pequeños.
Steve Jobs y su legado… ha colapsado
Un cambio significativo en el panorama empresarial se vislumbra para el año 2024. Existe una alta probabilidad de que Microsoft supere a Apple en capitalización bursátil durante ese período y consolide su liderazgo en el futuro cercano.
Este logro estará respaldado por un enfoque continuo en la innovación, mientras que Apple parece conformarse con explotar una línea de productos envejecida para obtener resultados.
No es ningún misterio que el extraordinario éxito de Apple se fundamentó en la visión única de Steve Jobs. Los productos más emblemáticos de la empresa, desde el Macintosh hasta el iPod, el iMac, el MacBook, el iPhone y el iPad, llevan impresa su huella distintiva.
Sin embargo, en lugar de concebir productos completamente nuevos, Apple parece depender cada vez más de la continuidad de sus productos existentes.
El visionario que tomó las riendas de Microsoft
Microsoft ha seguido una senda diametralmente opuesta a la trazada por Apple. La empresa se ha apoyado en el esfuerzo constante más que en la visión radical.
Desde sus inicios, el fundador Bill Gates mostró una preocupación primordial por acumular la mayor cantidad de ingresos en el menor tiempo posible, en lugar de centrarse en ideas innovadoras o en la elegancia de sus productos.
Satya Nadella asumió el papel de CEO en 2014, marcando un cambio significativo en el rumbo de Microsoft. Inicialmente, Nadella parecía encajar con la imagen de un tecnócrata clásico, al estilo de Tim Cook.
Descontinuando productos que no servían
Llevó a cabo una evaluación objetiva de la línea de productos de Microsoft, eliminando de manera pragmática aquellos que no cumplían con las expectativas, con especial énfasis en descontinuar Windows Phone, un área que había representado una inversión significativa para la empresa.
Reconociendo la creciente importancia de la nube, Nadella apostó por fortalecer la presencia de Microsoft en este ámbito, redoblando los esfuerzos en productos basados en la nube.
Además, implementó cambios estratégicos como la migración de productos emblemáticos como Microsoft Office (no Microsoft 365) hacia plataformas basadas en la nube.
Apuesta inicial por la Inteligencia Artificial
Este cambio transformó por completo la empresa, aunque no es suficiente por sí solo para posicionar a Microsoft como la principal empresa a nivel mundial. Aquí es donde Nadella, con su tono sereno, demostró ser tan visionario como competente en términos tecnocráticos.
Consciente de que la inteligencia artificial (IA) representa el futuro, Nadella realizó una apuesta significativa en esta dirección, destinando una inversión considerable de $13.000 millones de dólares exclusivamente a OpenAI.
Su visión abarca la integración de la IA en todos los productos de Microsoft, tanto los actuales como los que se desarrollarán en el futuro.
La mejor inversión de Microsoft
Según las proyecciones, se espera que la inteligencia artificial (IA) genere alrededor de 12 billones de dólares para el año 2030.
Dada la posición actual de liderazgo en IA de Microsoft y la probabilidad de que mantenga su supremacía, es plausible que la compañía sea la que más ingresos obtenga de esta revolucionaria tecnología.
Al considerar además la destacada presencia de Microsoft en el ámbito de la nube, existe la posibilidad de que en algún momento de 2024 supere a Apple como la empresa líder mundial en capitalización bursátil.
