Es triste saber que no sólo no podemos competir debido a los obstáculos que el gobierno impone a los mexicanos, y debido a la falta de interés en el desarrollo del país, sino que a veces, la tecnología sencillamente no está a nuestro alcance. Sigue siendo muy costosa para la mayoría, sobre todo el mantener el ritmo con la que ésta evoluciona y se actualiza. Si con trabajos una familia mexicana puede comprar una computadora y pagar un acceso a internet, le es más o igual de difícil reemplazar la computadora por una nueva, y mantener el ritmo de los constante cambios en estándares, sistemas operativos y hardware.
En este enlace hay estadísticas interesantes de como poco a poco sí ha ido incrementando la adquisición de computadoras en los hogares mexicanos, por ejemplo, en el año 2010 había 8.44 millones de hogares con computadora, lo que representa un 29.8% del total de hogares en el país (y recordemos que existe gente que no tiene acceso a un lugar en donde vivir) y un crecimiento del 13.2% con relación al 2009, el único detalle de este crecimiento, es que se ha dado entre las clases más altas de nuestra sociedad. Aún así, el crecimiento es escaso en comparación con países como Israel, lo cual nos deja con una gran desventaja para competir con países más desarrollados, y tomando en cuenta que el desarrollo al usar estas herramientas se incrementa a una velocidad proporcional, cabe suponer que el rezago de los mexicanos sera mayor en años venideros. Tomemos como ejemplo la nota de Héctor de la Torre que dice que para finales del año 2012 la velocidad de banda ancha promedio en Corea del Sur será de 1Gbps mientras que nosotros sólo podemos aspirar en este momento a 2Mbps en promedio y algunos servicios ya ofrecen 10-20 Gbps pero el costo es elevado, o sólo está disponible en zonas con alto poder adquisitivo y no se ve que el futuro sea prometedor a este respecto.
Imaginen las posibilidades en cuanto a productividad de países con estas capacidades tan altas, la manera de comunicarse, de trabajar, de divertirse, de compartir, el crecimiento que vendrá aunado a esto, la economía se fortalecerá y habrá grandes probabilidades de que la calidad de vida mejore. Ahora imaginen el rezago que tendremos los mexicanos respecto a estos países, la brecha digital no solo será mucho mayor, con esa brecha llegarán muchas otras más como el rezago educativo (que de por si ya es mucho), la ya de por si mala calidad de vida seguirá empeorando, la percepción externa de otros países para con México empeorará, que aunque muchos no lo quieran aceptar si influye en como nos sentimos los mexicanos ya que la percepción que tendremos de estos países hará que comparemos las cosas y la pesadumbre se siga apoderando de nosotros. ¿Lo tenemos que permitir? La respuesta es “no”, pero, ¿cuál es el rumbo a seguir?.
Creo que para empezar debemos no únicamente comprometernos con nosotros mismos, tenemos que comprometernos con nuestro país, nuestra sociedad; exigir de verdad que nuestros gobernantes vean por nuestros intereses y no por los ajenos, a fin de cuentas ellos sólo nos representan; exigir a las empresas proveedoras de los servicios y productos precios más competitivos para que más mexicanos tengamos oportunidad de consumirlos. Eso me desconcierta, que ninguna empresa ve una ventaja en ello, creen que al vender más caro en países como el nuestro sus ganancias serán mayores. Yo creo que si venden más barato el incremento en ventas de sus productos será mayor, ya que un mayor numero de la población podrá obtener dichos productos y servicios. Esto para mi, cambiará la balanza o de hecho la equilibrará, porque pasaríamos de una situación ganar-perder (ganar=empresas, perder=población) a una situación ganar-ganar, la cual no solo mejoraría la autoestima de la población y aumentaría las ganancias de dichas empresas, esta situación impulsaría el desarrollo en general de la población, rompería esa (no circulo vicioso, porque un circulo te lleva a dar vueltas y vueltas, es como quedarte estancado) espiral viciosa descendente (lo cual es peor porque te lleva de algo que si no estaba bien al menos no empeoraba, pero esto parece, y me atrevo a decir que es la percepción general, empeorará) en la que nos encontramos. Pero para esto es necesario exigir lo que por derecho nos corresponde, ya que nosotros somos los que pagamos y hacemos que esas grandes empresas sean multimillonarias, así mismo podríamos hacer que nos brinden mejores servicios y productos a precios más accesibles, además claro, de un servicio al cliente eficiente y digno (porque la mayoría de las veces creen que los consumidores somos estúpidos).
Recordando la nota de Ficks en la cual viene una infografía con estadísticas sobre celulares, explica que los mexicanos pagamos apenas un poco más que los americanos por un celular pero estamos dispuestos a pagar mucho más que ellos (ellos USD $140, nosotros USD $225). Yo me pregunto, ¿a que se debe esto? Cualquiera que sea la respuesta (me gustaría saber sus opiniones) esta situación propicia que las grandes empresas nos vendad sus productos a precios exorbitantes sin reparo alguno y, mientras estemos dispuestos a pagar por lo que nos venden, nos seguirán vendiendo caro. Otro ejemplo es el caso de los sistemas operativos, no mencionaré los nombres de los dos más conocidos por los cuales tienes que pagar; el precio de estos OS’s viene incluido en el precio de compra de la computadora que se adquirió, en el caso de la “manzana”, bueno, no hay muchas opciones de comprar una de estas sin su respectivo OS, pero en el caso de las PC’s, algunos vendedores si te dan la opción de comprar la PC sin OS y comprarlo por separado o instalarle el que tu prefieras, al hacer esto un comprador se ahorraría en promedio $2000 pesos. Esto quiere decir que te ahorrarías esa cantidad de dinero si prefirieras instalarle un OS de software libre; solo que aún muy pocas personas saben esto y conocen muy poco sobre software libre. Quizás en las escuelas y universidades deberían enseñar a los niños a usar sistemas operativos de código libre, así la escuela ahorraría dinero, y lograría que los mexicanos del futuro estén preparados para implementar y mejorar estas opciones en su vida y en donde se desempeñen laboralmente.
En resumen tenemos que salir del hoyo, porque mientras más tiempo estemos en él, más grande será la brecha entre nosotros y el resto del mundo. Siendo positivos, aún parece que el futuro es negro, pero será sólo tan negro como lo queramos ver. Yo en lo personal me imagino un futuro brillante para los mexicanos, lleno de conexiones de banda ancha corriendo a por lo menos 50 Mbps en promedio y creciendo y desarrollandose en el plano digital.
Tal vez digan que soy un soñador, como cantaba John Lennon, pero creo firmemente en nosotros.
- Vía @apalorama y mundocontact
- Editorial Extraida desde Sputnik.la