El límite de datos no es por capacidad de los operadores, sino por “justicia”

¿Recuerdan cuanto las compañías telefónicas ofrecían paquetes de datos ilimitados? Seguramente sí, y extrañan tanto como yo esos días. Sin embargo, desde hace algún tiempo la mayoría de las operadoras en el mundo ha dejado de ofrecer planes o paquetes de datos ilimitados, y en su lugar empezaron a ofrecer paquetes con cierto número de Megabytes o Gigabytes que al agotarse invitan al usuario a comprar un nuevo paquete de datos o en su defecto navegar con datos “a granel” (cobro por KB o MB consumido).

Cuando estas nuevas políticas empezaron a aplicarse en las empresas hubo un descontento general en la población, pero muchos justificaron tal medida bajo la idea de que con el crecimiento de la tecnología móvil, las operadoras podrían llegar a saturarse con un uso de datos masivo. Así que esas medidas eran “necesarias” para otorgar mejor “calidad” en los servicios de datos de las operadoras, evitando que colapsen por el uso desmedido.

Hasta cierto punto la idea no estaba mal y era una buena justificación para la imposición de los nuevos paquetes. Sin embargo, a principios del mes Michael Powell, Presidente de la Asociación Nacional de Cable y Telecomunicaciones de Estados Unidos (NCTA, por sus siglas en inglés), aseguró que este no es el caso, sino que el motivo principal era para hacer un esquema de cobro más “justo”, tanto para las operadoras como para los usuarios.

Lo que enfatizó fue que antes de establecerse las operadoras tienen que invertir mucho dinero en infraestructura para poder ofrecer sus servicios, por lo que tienen costos fijos increíblemente elevados. Así que en sus palabras “Es completamente racional y aceptable un proceso para figurarse cómo distribuir esos costos entre los consumidores que eligen el servicio y pagarán para recuperar esos costos invertidos“.

También puntualizó que sólo un pequeño grupo de usuarios utiliza la mayor parte de la capacidad de las redes, mientras que el resto de los usuarios no utilizarían tanto un plan de datos ilimitados. Sugirió que el modo de cobro basado en el uso también es una forma de estimular la adopción de los servicios de banda ancha. Esto debido a que existen usuarios que tal vez no tengan la capacidad de pagar un plan con muchos datos, por eso las operadoras debían idear una forma de ofrecerles un esquema que les proporcionara Internet móvil por un precio que se ajuste a sus necesidades, y de este modo los usuarios paguen de acuerdo a su consumo.

Otra razón para este esquema era fomentar el uso eficiente del ancho de banda en los diseñadores de aplicaciones web. Sin esta política, a los creadores de aplicaciones web no les importaría si usan mucho o poco ancho de banda, harían sus servicios sin estar realmente consientes de cuánto usan, así que era necesario este elemento de “disciplina”

Reed Hundt y Michael Copps, quienes también se encontraban en el panel, también opinaron al respecto. Copps dijo que estaba de acuerdo con que los usuarios paguen de acuerdo a lo que consumen, pero también dijo que deberían enfocarse en construir primero infraestructura de banda ancha en más y más ciudades, y que después de de hacer esa inversión sería el momento para enfocarse en los cobros basados en el uso.

Por su parte, Hundt dijo que “La política correcta para todos los gobiernos en el mundo, es proporcionar un ancho de banda más rápido, mejor y más barato”, así que el siguiente presidente de la FCC tendría que crear un modelo que económico que dé esos resultados, y no uso que solo tenga éstas características para un 5% o 10% de la población, sino para el total.

Fuente: BGR

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