¿Debería Apple hacer sus equipos reparables?

Vivimos en una sociedad en la que poco a poco vamos perdiendo la costumbre de reparar las cosas para, en su lugar, sustituirlas por una versión más nueva. Esto viene desde cosas del hogar como los muebles del comedor, la sala o el refrigerador, hasta dispositivos electrónicos como los mismos equipos celulares.

Anteriormente podíamos llevar una silla rota con un carpintero o llamar a servicio técnico para que revise las fallas del refrigerador. Pero la tendencia actual es reemplazar esos artefactos por uno nuevo. Aparentemente la única excepción hasta nuestros días son las PCs, ya que las “reparaciones” terminan haciendo equipos a veces más eficientes ensamblados e incluso muchas veces mejores que la versión original.

Estos cambios en la tendencia son buenos para los fabricantes, ya que promueven la innovación. Es decir, cada vez tienen que sacar al mercado productos mejores para que sirvan de reemplazo, a la vez que sus ventas incrementan debido a la misma tendencia. Es por eso que las compañías tienden a dar más enfoque a la innovación que al soporte técnico de sus equipos.

Apple, entre estas compañías ha destacado primordialmente por sus políticas de “servicio técnico”. Cuando llevas un equipo Apple a garantía, por ejemplo un iPhone al Centro de Servicio de tu operador, lo que obtendrás muy probablemente sea un iPhone nuevo, en lugar de tener que esperar 30 minutos, 1 hora o a veces 1 semana o más para que revisen y reparen tu equipo directamente en el centro de atención. Este problema se presenta en otras compañías fabricantes que incluso pueden demorar 30 días en dar respuesta a la reparación de un equipo.

Claramente los clientes preferiríamos salir del centro de servicio con un iPhone nuevo que con una nota de reparación que nos diga esperar 30 días y usando un equipo de repuesto en su lugar (que las operadoras muchas veces no proporcionan), por lo que la tendencia es buena para el consumidor, pero mala para aquellos que se dedican a reparar dichos equipos.

iFixit causó un gran desconcierto la semana pasada cuando anunció que El Nuevo iPad tenía una calificación de 2 de 10 en nivel de reparabilidad. iMore fue un paso más adelante al notar que debid0 a que la pantalla de cristal está prácticamente pegada al bisel se incrementa la oportunidad de que ésta se rompa. De nuevo, esto es malo para los reparadores, pero bueno para el consumidor. Hacer los equipos no aptos para reparación es una de las mejores cosas que Apple ha hecho.

La naturaleza del iPad y sus contrapartes Android demanda que los productos sean reemplazados en lugar de reparados ya que sin la rápida tasa de cambio de equipos el ciclo de innovación se ralentizaría. Esto sugiere que si Apple hiciera sus tablets “reparables” estas podrían decaer debido a falta de innovación. Apple escogió sabiamente manufacturar productos con un ciclo de vida similar al actual ciclo de innovación.

Apple comenzó esta estrategia con el iPhone. Antes de su lanzamiento, Apple empleaba un ritmo de lanzamientos más rápido con los iPods donde había un nuevo miembro de la familia cada 9-12 meses. El iPod nunca fue exactamente reparable ya que nisiquiera incluía el manual de desensamble rápido del mismo. Personas que conocían la forma de sustituir una unidad de disco duro muerto o la rueda de clic del iPod hicieron dinero rápido gracias a ello. Lo mismo ocurrió con el iPhone antes de que esto fuera una actividad sancionada. Apple finalmente acabó por comenzar la sustitución de iPhones en las tiendas en lugar de pasar hasta 30 minutos tratando de arreglarlos. El tiempo es dinero y a Apple le gusta el dinero.

De nuevo, los ingresos cuentan mucho, sobre todo para compañías que únicamente venden equipos y ningún tipo de servicio de valor agregado. Apple produce y vende más equipos electrónicos a un publico más amplio que cualquier otra compañía en el mundo y esto es gracias a que siguen innovando y no viven en el pasado.

Fuente: TechCrunch

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