Latinoamérica ha ido teniendo un crecimiento constante en cuanto a conectividad móvil en los últimos años, aproximadamente de 13% de acuerdo a GSMA. Considerando que todavía hay mucha gente que poco a poco va adoptando dispositivos móviles, es una excelente oportunidad de desarrollo y adopción para las compañías de tecnología. Eric Schmidt, de Google, lo sabe.
Por poner un ejemplo, la operadora Telefónica tiene en Latinoamérica más de 24 millones de usuarios de banda ancha, de los más de la mitad van para accesos de banda ancha móvil (dispositivos o dongles) y en los próximos dos años, Telefónica espera triplicar estas cifras de manera que los ingresos correspondientes a datos impliquen hasta un tercio de los ingresos de servicio móvil de la compañía, ganándole terreno a los servicios de voz.
De acuerdo a analistas de la industria, se espera que en Latinoamérica los próximos cinco años los países en desarrollo superen a los países desarrollados en cantidad de smartphones, multiplicando el tráfico móvil por siete. Esos son muchos dispositivos nuevos, así como conexiones nuevas y necesidades de volumen de datos, para lo cual las operadoras deberán estar preparadas y que no se venga todo abajo.
La tendencia hacia lo móvil es un hecho, mientras que en el 2011 las conexiones móviles superaron a las conexiones fijas (ADSL y cable). Con lo conveniente que resultan las conexiones móviles, estamos ante un boom en el que el resto del continente se irá subiendo poco a poco a la red mundial.
Vía: Sin Mordaza y Con Café