En un mundo conectado, los cambios son el pan de cada día. Hace cuatro años las Olimpiadas no se vieron como ahora. Para empezar no era necesario tener un televisor digital y cualquier persona con la televisión más viejita podía verlos. Rio 2016 fueron las primeras que requirió en México tener un televisor digital con señal de paga para verlo en su máximo esplendor.
Como fan de la gimnasia y seducido bajo el encanto de las promesas de varias cadenas deportivas, me vendieron la idea de que si no estoy cerca de un televisor, entonces puedo acceder desde las apps en Android o iOS principalmente, para ver los contenidos de mi preferencia.
La experiencia fue un tanto decepcionante. Si bien todos los canales oficiales estaban representados, algunos si no demostrabas que estabas inscrito con un sistema de paga no permitían ver el streaming y eso que otros además incluyeron el requisito de tener que registrarse en la app. Descargue cuatro opciones, todas gratuitas y legales (ya que hay formas no legales de ver contenidos en las computadoras y dispositivos móviles). El problema fue que en algunos canales los contenidos anunciados no eran los televisados. Prometieron “canales adicionales con transmisión en vivo” para ver lo que no se transmite durante los comerciales, pero como es evidente, al ser app gratuita, tenían publicidad en el mismo momento o peor aún, sin previo aviso.
Otro problema con el uso de las apps es la ubicación. Por más características que se anunciaran a los televidentes para que descarguen la app, la realidad es que no habían 50 canales para seguir la señal, cuando mucho hubo tres (claro que no aclararon si en el caso de Fox Sports se referían en conjunto) y en donde había por deporte, estaba plagada de fallos. Se agradece que se lance apps dedicadas a las Olimpiadas, porque el hecho de elegir cual es de todas las que se ofrecen, fue más sencillo, sobre todo considerando que no soy fan de los deportes y solo por este evento es que descargué este tipo de aplicaciones.
Se pudo ver este evento deportivo pero no totalmente gratis, ya que de no estar conectado por WiFi, el gasto de los datos son adicionales y ni hablar de la calidad de la señal que aunque se tenga una buena velocidad, a veces las apps se congelaban y presentaban desfases entre el audio, la imagen y en el peor de los casos, ni siquiera ambos disponibles o con repeticiones del contenido.
Finalmente queda el aspecto de la calidad visual. Dependiendo de las características técnicas del smartphone o tablet, podrás escucharlo y verlo bien. En mi caso yo no tengo una phablet, por lo que aunque se veía bien y escuchaba bien en calidad, en tamaño me quedó la pantalla pequeña. Caso contrario pasó con la tablet: el tamaño me permitió ver mejor, pero no escuchar con gran calidad por lo que con unos auriculares son de gran ayuda en ambos casos. De saber que en la televisión no pasaría exactamente lo que quería ver cuando lo quería ver me hubiera preparado antes para tener los accesorios que me permitieran ver esos contenidos en la pantalla grande.
Así que mi consejo es prepárate para los juegos de Tokio 2020 y replica la pantalla de tu Smartphone o Tablet en un gran televisor que tiene la tienda en línea de Walmart para ti (ya que hay buenos modelos, precios y accesorios) para que no sufras de mal audio, ten cerca el router y tu código de tu servicio de cable. También prueba las apps antes de los eventos de tu interés, sobre todo si esas apps no se incluyen dentro de los catálogos de las Smart TV. De aquí a cuatro años los avancen en la tecnología mejorarán esta experiencia que pudo ser mejor. En Japón al menos ya tienen lista una televisión 8K para transmitir la señal.