Renault ha decidido regresar a sus raíces para avanzar hacia el futuro. Modelos icónicos que definieron la marca, como el R4, R5, Scenic y Mégane, han sido reimaginados como vehículos 100% eléctricos.
Esta estrategia no solo refleja la creciente electrificación del sector automotriz, sino también la necesidad de Renault de competir con la fuerte presencia de fabricantes chinos, que han penetrado en mercados clave como Europa y América Latina.
Los clásicos jamás pasan de moda
Luca de Meo, CEO de Renault, está a la cabeza de esta ambiciosa transformación. “Hemos realizado un trabajo excepcional en los últimos cuatro años, llevando a Renault de un periodo crítico a lo que considero la mejor gama de productos en tres décadas“, afirmó De Meo.
El CEO enfatizó que esta ofensiva eléctrica es crucial no solo para Renault, sino también para otras marcas del grupo, como Dacia, Alpine y Mobilize, que están experimentando renovaciones significativas.
El Renault 5 y el Renault 4 son ejemplos destacados de esta estrategia revitalizadora. Ambos vehículos, que hicieron historia, regresan con versiones eléctricas, apoyadas en la innovadora plataforma Ampere.
Este sistema no solo proporciona versatilidad, sino que también minimiza el impacto ambiental. “El Renault 4 no es solo un automóvil, es un manifiesto de innovación tecnológica”, destacó De Meo, resaltando la importancia de fusionar el legado de la marca con las tecnologías del futuro.
Conservando los diseños, pero adaptados al mercado actual
El Renault 4 E-Tech, por ejemplo, conserva la esencia de su diseño original, pero adaptado a la era moderna. Con una autonomía de hasta 400 kilómetros y la capacidad de carga bidireccional que permite compartir energía, representa un paso hacia la democratización de la movilidad eléctrica, un objetivo que Renault busca hacer accesible para todos.
Renault también ha reintroducido tres nombres emblemáticos de su historia: el Twingo, el Mégane y el Scenic, todos adaptados a las exigencias de la electrificación. El Renault Twingo E-Tech, lanzado en 2020, es un coche urbano completamente eléctrico con un motor de 82 CV (60 kW) y una batería de 22 kWh, ofreciendo una autonomía de hasta 190 km según el ciclo WLTP.
El Renault Mégane E-Tech se posiciona como una opción atractiva y tecnológicamente avanzada en el competitivo segmento C, con una autonomía superior a los 600 kilómetros. Por su parte, el Scenic E-Tech, un vehículo familiar de larga data, conserva su funcionalidad original, pero ahora con cero emisiones.
Desafíos en un mercado competitivo
Renault se enfrenta a una competencia intensa, especialmente de las marcas chinas que han ganado terreno en Europa y América Latina, dos mercados cruciales para el fabricante francés.
Según la ACEA, en la primera mitad de 2024, las ventas de vehículos eléctricos en Europa aumentaron un 50%, con las marcas chinas representando cerca del 15% del mercado eléctrico en la región. En América Latina, aunque el crecimiento ha sido más lento, se ha observado un incremento del 30% en las ventas de vehículos eléctricos en los últimos dos años.
La electrificación de Renault va más allá del simple lanzamiento de nuevos modelos. Detrás de estos vehículos, existe un equipo dedicado exclusivamente a desarrollar soluciones de software y nuevas tecnologías para los vehículos eléctricos del grupo.
En cuanto a nuevos lanzamientos, De Meo anticipó que 2024 será un año de “rock and roll” para Renault, con casi un nuevo modelo cada mes. Esta estrategia agresiva busca revitalizar no solo la gama de Renault, sino todas las marcas del grupo.
Hidrógeno e híbridos en la estrategia de Renault
De Meo ha subrayado que, si bien “los vehículos eléctricos serán una parte significativa del futuro, también consideramos que no serán la única solución“. Esto se refleja en el desarrollo de trenes de potencia híbridos que ayudan a reducir las emisiones y facilitan una transición suave hacia la electrificación total.
Renault se ha consolidado como el segundo mayor vendedor de híbridos en Europa, con modelos como el Clio Hybrid, que destaca por su eficiente consumo de solo 4.2 litros por cada 100 kilómetros, ofreciendo una alternativa viable y alineada con las regulaciones actuales.
Recientemente, la marca presentó un nuevo prototipo que combina una batería eléctrica con un tanque de hidrógeno, permitiendo una autonomía de hasta 1000 kilómetros.
El desafío para Renault radica en cómo consolidar su posición frente a la creciente competencia y cómo esta transformación eléctrica impulsará su crecimiento en mercados donde las marcas chinas ya han establecido una sólida presencia. Sin duda, la compañía está apostando por electrificar su legado, equilibrando innovación y tradición.
Fuente: Renault
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