Electrónicos como iPhone tendrán nuevos aranceles, advierte EE.UU.

Excepción de aranceles a productos electrónicos es temporal

La administración de Donald Trump aclaró que la reciente exención de aranceles para iPhone, laptops y otros dispositivos electrónicos es solo una medida temporal. Estos productos enfrentarán impuestos adicionales en los próximos meses, generando incertidumbre sobre la implementación de los planes comerciales de EE.UU.

En una publicación en Truth Social, Trump negó que se haya otorgado una excepción permanente: “NADIE se salva de los desequilibrios comerciales injustos y las barreras arancelarias no monetarias que otros países han usado contra nosotros, ¡especialmente China, que nos trata peor que nadie!“.

Además, aseguró que estos productos seguirán sujetos a los aranceles existentes del 20% relacionados con el fentanilo, pero bajo una categoría diferente.

La Casa Blanca excluye temporalmente smartphones y laptops de nuevos aranceles

El viernes por la noche, el gobierno estadounidense anunció que ciertos productos tecnológicos, como teléfonos inteligentes y computadoras portátiles, quedarían excluidos temporalmente de los nuevos aranceles, que incluyen un impuesto adicional del 125% a bienes fabricados en China.

Sin embargo, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, aclaró el domingo que estos artículos de alta tecnología, junto con los semiconductores, enfrentarán nuevos gravámenes en los próximos dos meses.

EE.UU. prioriza seguridad nacional en política arancelaria

Lutnick explicó en una entrevista con ABC News que la medida no es una exención permanente, sino una reubicación de los productos en una categoría distinta: Esto no es una exención definitiva. [Trump] solo está dejando claro que estos productos no están disponibles para ser negociados por otros países”.

También enfatizó que se trata de bienes estratégicos para la seguridad nacional: “Son productos que deben fabricarse en Estados Unidos”.

Esta decisión refleja la postura firme de la administración Trump en proteger la industria tecnológica local y reducir la dependencia de China, aunque genera dudas sobre el impacto en los precios y la cadena de suministro global.

Fuente: The Guardian

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