Si bien el auge del teletrabajo ha permitido a muchos hombres compartir las responsabilidades del hogar, también ha dado lugar a una preocupante tendencia: el regreso de las mujeres a la oficina.
Esta dinámica, denominada por algunos como “WFH Husband” (esposos trabajando desde casa), resalta la persistente brecha de género en el ámbito laboral.
Disparidad en puestos de trabajo y home office
La Dra. Heejung Chung, socióloga de la Universidad de Kent, señala que la disparidad radica en la naturaleza de los puestos de trabajo. Las ocupaciones con mayor presencia femenina, como la atención médica, la educación y el comercio minorista, suelen tener menos flexibilidad para el trabajo remoto.
En contraste, muchos roles tradicionalmente masculinos, donde el trabajo a distancia es más factible, no se han visto tan afectados por el retorno a la oficina presencial.
Esta situación se agrava por la tendencia de algunas empresas a exigir el regreso a la oficina, incluso cuando no es necesario.
Son necesarias políticas respecto a teletrabajo
Esto implica que, a pesar de los beneficios del teletrabajo para la conciliación familiar, las mujeres siguen asumiendo una mayor carga en las tareas del hogar y el cuidado de los hijos.
Si bien el teletrabajo ha demostrado ser una herramienta valiosa para la flexibilidad laboral, es crucial abordarlo desde una perspectiva de género.
Se deben implementar políticas que fomenten la equidad en las oportunidades de trabajo remoto y que promuevan una cultura de corresponsabilidad en las tareas del hogar. Solo así podremos asegurar un futuro laboral más justo e inclusivo.
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