Uno de los grandes diferenciadores de Uber respecto a los taxis convencionales, es saber de forma anticipada el costo del viaje, calculando la distancia, tiempo y tráfico y ahora hasta el tipo de vehículo. Pero en Estados Unidos se prueba que sean los conductores que determinen el precio.
En México y otros países uno de los aspectos que se le condicionó y fue motivo de guerra contra la app, fueron las tarifas que al ser más bajas que la de los taxistas (en donde una parta eran autoimpuestas), hizo que hubieran marchas y hasta agresiones más demandas en la corte. Ahora en California Uber prueba el que sus conductores sean quienes designen el precio de los viajes en ciertas condiciones.
Según informa The Wall Street Journal, el precio puede ser hasta cinco veces su valor respecto a la plataforma, como parte de las reformas laborales que se hicieron en ese estado. Los incrementos suben en porcentajes del 10%. Los que tienen la tarifa más bajas son quienes primero aparecen a los clientes. A medida que la demanda aumenta, van apareciendo los que cobran más caro.
Así que si vives o viajas a Santa Bárbara, Palm Springs y Sacramento y vas al aeropuerto, es probable que sea parte de esta prueba piloto. Dependiendo de los resultados se aplicaría a otras ciudades como Los Ángeles o San Francisco.
Esto es poco probable que se aplique en otros países, ya que Uber desea seguir siendo considerado un medio entre conductores independientes y usuarios, ya que si fueran clasificados como empleados, tendría que pagar beneficios como salario mínimo, horas extras, seguro de desempleo entre otros.
En California tambien los conductores pueden tener información previa del viaje antes de aceptarlo, como tiempo, distancia y cuota y rechazarlo sin que los penalicen. Los pasajeros tampoco reciben el costo exacto, solo un aproximado y el final hasta concluir el viaje, pero tienen la ventaja de que pueden seleccionar a su conductor favorito para que les vuelva a servir.
Con información de The Wall Street Journal.