Uber Madrid fue obligado por los grupos de taxistas a dejar la plaza a fines de 2014. En 2016 regresó a dar servicio, después de que le condicionaron que los conductores tuvieran licencia para prestar el servicio. Sin embargo, en Barcelona, tanto Uber como Cabify no podrán seguir prestando sus servicios ante una nueva ley del gobierno local, que limita la forma en que operan en la ciudad.
El gobierno catalán indicó que estos servicios solo pueden recoger pasajeros después de una espera de 15 minutos a partir del momento en que se pidieron.
Esta decisión causó las protestas masivas de los conductores de taxis, quienes alegaron que su negocio estaba siendo “socavado”, y los servicios no operaban en igualdad de condiciones.
Lo trágico del asunto es que la suspención se daría justo semanas antes del inicio de la máxima feria de móviles, el Mobile World Congress, una fecha crítica para los turistas y periodistas, que confían en que pueden usar dichos servicios.
Es por eso que Uber decidió suspender el servicio de Uber X mientras deciden qué harán en esa localidad. Uber aún piensa que hay futuro y piensa trabajar en otras ciudades españolas y espera trabajar con el gobierno catalán y el alcalde de la ciudad para una regulación justo para todos.
La medida se toma a 10 meses de reiniciar el servicio. Por lo menos en Madrid seguirán trabajando.
Al respecto, Cabify también se pronunció y dijo que lamentan que la ciudad haya cedido a las demandas de los taxistas y lastima los intereses de los ciudadanos.
Esta regulación inició el jueves, con el propósito de expulsar a Cabify de Barcelona y Cataluña, poniendo en peligro tres mil trabajos.
Con información de Venture Beat