Los relojes inteligentes junto con los smartphones se han convertido en grandes aliados para seguir las medidas de salud y llevar registro de algunos padecimientos, con la ayuda de la tecnología. Ahora Google también planea hacer uso de la misma con ayuda de Google Fit, para llevar registro de la frecuencia respiratoria.
La app de salud y bienestar de Google Fit por lo general se descarga cuando se compra un wearable de la marca o en caso de querer otra alternativa al que viene en equipos de otras.
Si bien no es del agrado de muchos por no tener tantas opciones ni el mejor funcionamiento (más si se compara con los recién adquiridos Fitbit), Google busca hacer mejor uso de la app, con ayuda de sus sensores. Estos se aplicarían para medir la frecuencia respiratoria y el ritmo cardiaco. A partir de marzo la app los mediría con tan solo usar la cámara de los Pixel y en un tiempo desconocido, estará disponible en otros dispositivos Android.
Apple se ha estado comiendo los titulares gracias a varias historias donde el Apple Watch destaca por salvar vidas, pero en el caso de Google, bastaría con solo usar la app para llevar un mejor control de la salud, más ahora que con la pandemia, los oxímetros son necesarios como un indicador de un posible caso y aunque este no es el caso, es un apoyo para la gente que hace ejercicio o quiere cuidar su salud.
Para medir la frecuencia respiratoria, basta con colocar la cabeza y torso superior viendo hacia la cámara frontal y respirar de forma regular. Para el ritmo cardiaco, se colocará el dedo en la cámara trasera. Se pueden guardar los datos en la app. Cabe aclarar que las métricas no son tan exactas como las obtenidas por dispositivos médicos, por lo que solo deben usarse como una referencia y no con estos fines.
Su funcionamiento se logra con los sensores de la cámara, el cual sigue pequeños signos físicos a nivel de los pixeles, como movimiento del pecho para calcular la frecuencia respiratoria y los cambios en el color de los dedos en el ritmo cardiaco. Estas características fueron validadas por medio de estudios médicos, por lo que en teoría funcionan en condiciones de la vida real, tomando en cuenta factores como luz, tono, edad entre otros.
Con información de Google
