Los programas de ordenador ya exhiben muchas de las características típicas de las formas de vida orgánicas, incluso en eso de mostrar evolución (lo cual no deja de ser gracioso, ya que en ese caso si que se podría hablar de “diseño inteligente”) y no existe razón alguna para no creer que la vida o la conciencia son atributos exclusivamente orgánicos. Podrías decir que solo hemos visto vida en construcciones basadas en química, pero en el pasado este mismo argumento podría haberse aplicado a las cosas que se movían por su propia energía, que podían volar, o que tenían la habilidad de contar; y resulta que hemos construido máquinas capaces de hacer todas esas cosas bastante mejor que sus equivalentes orgánicos. Si existe algo de místico relacionado con la vida basada en química, escondido en el interior de la sangre o las tripas, no lo hemos encontrado.
Otros podrían objetar que solo los seres vivos con almas pueden estar realmente vivos, pero esta clase de personas raras veces tienen algo útil (o incluso sensato) que decir sobre la evolución de la tecnología, por lo que se les puede ignorar de forma segura.
La pregunta ahora es qué formas podrían tomar estas clases de vida. A pesar de que las películas nos enseñan que las malignas inteligencias cibernéticas nacen en laboratorios de investigación militar, con el componente adicional del viaje en el tiempo mezclado en el argumento, el ambiente más probable para que surjan necesitaría de la mayor conectividad, diversidad y volumen de flujo de datos absoluto posible. Eso es… yo también pienso en internet.
Uno de los escenarios posibles podría venir de la evolución de inteligencias electrónicas enfrentadas en situaciones como las carreras en internet entre spammers y fabricantes de escudos anti-spam. La idea de que una nueva forma de vida pudiera crearse a causa del intento de ofrecerte un gran negocio a través de tu e-mail, podría sonar un poco estúpido, pero… ¿Has intentado registrarte últimamente en un foro? Incluso para acceder al nivel mínimo de interacción se te exige superar un test de Turing a nivel elemental que demuestre que eres un humano y no un robot.
Otra opción es la idea de que la propia red adquiera sensibilidad de forma global, internet es una vasta estructura de conexiones y almacenamiento de información con conexiones limitadas al mundo exterior (algo parecido a esa masa de plastilina gris que rellena el craneo). Si eso sucediera, entonces Gibson nos echaría un cable – recuerda que la red se compone de un 90% de spam, un 9% de porno y de un montón de blogs lastimeros. Si de esa mezcla algún día llega a surgir una auto-consciencia, no estoy muy seguro de lo que podría hacer, pero las probabilidades de que sea algo bueno son bastante bajas.
Traducido de Will the Internet Evolve into a Lifeform? -A Galaxy Insight (Autor: Luke McKinney).
Extraido de Maikelnai Blog