Moto X Play, análisis a fondo y experiencia de uso

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Moto X Play, el nuevo gama alta de Motorola

Motorola se ha sabido hacer de una excelente reputación en el ecosistema Android gracias a sus Moto X y Moto G de 1ra generación, ambos presentados hace ya dos años, es por eso que ahora en pleno 2015 no podía quedar rezagada y presentó su nueva familia de terminales.

En dicho evento llevado a cabo hace unas semanas, anunció la renovación del Moto G, del cual ya les trajimos su análisis completo, así como la renovación de su Moto X, dividiéndolo en dos: el Moto X Play dirigido a la gama alta, y el Moto X Style en la gama premium. Es de esta manera que, en aras de esperar por la llegada del nuevo buque insignia, nos hemos dado a la tarea de analizar a fondo el menor de ambos Moto X.

Quizás el primer estigma que el Moto X Play tiene que sacudirse de encima es el de ser “el Moto X (2015) con más batería”, ya que definitivamente no lo es. Con una pantalla de resolución Full HD, un procesador de una potencia mayor y una cámara igual de buena que la del Moto X Style, el Moto X Play es mucho más que una renovación de su antecesor, y estamos a punto de comprobarlo.

Diseño y acabado

La batería del Moto X Play no es removible, aunque su tapa trasera sí

Con un diseño de marcada herencia de su hermano mayor, pero de muy buenos materiales y acabados (aunque sin alcanzar el feeling premium del Moto X Style), el Moto X Play resulta muy cómodo de manipular pues tiene un tacto bastante agradable y ergonómico. En el panel posterior nos encontramos con una tapa trasera que puede removerse con fines estéticos, pero para fines prácticos no sirve de nada ya que la batería no es removible; por el lado contrario, en el panel frontal, nos encontramos un diseño ya conocido: un par de rendijas en los extremos inferior y superior que alojan respectivamente el altavoz y el auricular, mismo que es flanqueado por la cámara frontal y el sensor de proximidad.

En el borde superior, justo en el centro, está el jack 3.5 mm para los audífonos y a su lado reposa la bandeja para la nanoSIM y la tarjeta microSD, capaz de soportar hasta 128 GB adicionales, a la que podemos acceder con ayuda de un clip o una aguja, mientas que en el polo contrario se posiciona el puerto microUSB para la carga y transferencia de archivos. En el costado derecho los controles de volumen descansan impávidos debajo del botón de encendido/bloqueo, el cual dicho sea de paso, tiene un relieve bastante agradable al tacto.

Mención especial merece la curvatura de su parte posterior que resulta imposible pasar por alto, y es que gracias a eso el cuerpo del Moto X Play gana robustez, algo que a muchos agradará mientras que a otros les dará la sensación de un terminal más grande y pesado de lo que en realidad es. Realmente es una cuestión de gustos, pero el diseño es algo en lo que evidementemente Motorola se ha esforzado, no solo a nivel visual sino también en cuanto a comodidad de agarre.

Desempeño de gama alta a un precio accesible

El chipset incluido en el Moto X Play es el Snapdragon 615, un semiconductor con ocho núcleos, cuatro corriendo a 1.7 Ghz y otros cuatro a 1 Gh, arquitectura de 64-bits, y es asistido por 2 GB de memoria RAM. El apartado gráfico queda a cargo de una GPU Adreno 405, de manera que estamos ante una curiosa combinación de hardware que resulta en un desempeño sobresaliente, pero que sin embargo no se acerca al de otros pesos pesados del mercado de la gama premium.

Juegos demandantes, como el acostumbrado Modern Combat 5: Blackout, fluyen como mantequilla sobre cuchillo caliente, mientras que los gráficos, en combinación con la calidad de la pantalla, tienen un desempeño bastante agradable a la vista. La ausencia de sobre calentamientos, excepto al momento de la carga de la batería, es una señal del excelente trabajo de Motorola.

Como es de suponerse, este excelente desempeño viene de la mano de la -casi- nula personalización que Motorola ha optado por integrar en sus smartphones, ofreciéndonos una inmaculada experiencia Android 5.1 Lollipop, solo superada por los propios Nexus, pero potenciada por software de verdadero valor agregado.

Entre dicho software podemos mencionar la app Moto que funge como un administrador de recursos del terminal y que nos permite configurar aspectos propios como comandos de voz para “despertar” el terminal y gestos a gusto del usuario para activar ciertas funciones. Un detalle que llamó mucho mi atención es que el Moto X Play incluye una app para escuchar radio FM, la cual permite grabar transmisiones para escuchar posteriormente. No soy un fan de escuchar la radio, pero seguramente a algunas personas les encantará este detalle.

Pantalla

La pantalla es uno de los dos puntos más polémicos del Moto X Play, siendo el otro sus materiales de construcción, pues desde la primera generación del Moto X, la firma apostó por los paneles AMOLED, sin embargo en esta ocasión se hizo el cambio a la calidad LCD, misma que no aprovecha todas las bondades de su software, Moto Display por ejemplo, al tener una menor eficiencia energética.

Por el otro lado, los colores que el panel entrega con su resolución Full HD y su densidad de 401 ppi son bastante menos saturados y más naturales, además de que cuenta con una nitidez sobresaliente. Lamentablemente el brillo no es tan sobresaliente y resulta un poco difícil apreciar los elementos en pantalla en presencia de luz solar.

Los ángulos de visión y reproducción de blancos y negros son más que sobresalientes, así que quitando el detalle de la dificultosa visión bajo la luz solar, estamos ante un panel LCD de gran calidad, que dicho sea de paso, es protegido por Gorilla Glass 3, aunque, nuevamente, no le hace justicia al ahorro de batería de  la función Moto Display.

Cámara: 21 megapixeles que no son suficientes

El apartado fotográfico es uno de los más cuidados ya que la firma ahora propiedad de Lenovo ha puesto especial atención en los módulos de sus cámaras, tanto en este terminal como en sus hermanos menor y mayor. Sin embargo, muy a pesar de que estamos ante un lente de 21 megapixeles, los resultados no son los que un usuario con mínimos conocimientos de fotografía podría esperar.

Esto no quiere decir que las tomas sean malas ni mucho menos, ya que realmente tienen una calidad superior en comparación con generaciones anteriores: colores despampanantes, poco ruido y un enfoque rápido son sus principales características, sin embargo no es algo que no se pudiera lograr con cámaras de, por ejemplo, smartphones con menos pixeles de resolución.

Como ya mencioné, el enfoque es rápido, pero decrece conforme la ausencia de luz se hace notoria, esto es algo normal, pero que en realidad pudo evitarse desde un principio, aunque claro que debemos tener en cuenta que estamos ante un terminal de gama alta y no premium, factor que no debemos olvidar.

Modo Nocturno, Panorámica y Macro son algunas de las opciones que nos encontramos en el software y que entregan resultados, como ya mencioné, bastante buenos… con la luz adecuada, pero que en tomas nocturnas sufren al momento de enfocar. Se extraña la estabilización óptica de imagen.

La cámara frontal con sus 5 megapixeles tiene un desempeño excelente, tampoco es como que podamos esperar mucho de una cámara dedicada a sacar selfies, gracias a su lente gran angular que permite abarcar una imagen más completa. También permite grabación de video en calidad Full HD, al igual que la cámara trasera, y a cámara lenta en calidad 540p.

 Autonomía, el apartado definitivo

3,630 son los mAh que la batería del Moto X Play trae a cuestas, siendo este uno de los dos aspectos que más llamó la atención al momento de su presentación, siendo el otro su cámara fotográfica, y con justa razón ya que con los resultados obtenidos por Motorola con el Moto Maxx, otro terminal con una gran batería causaría mucha polémica.

Afortunadamente Motorola supo repetir la fórmula de Erskine en el Moto X Play, dando como resultado una autonomía más que sobresaliente que rindió poco menos de día y medio de actividades, desde las 8:00 am hasta aproximadamente las 11:00 am del día siguiente, entre cambios entre redes 4G y Wi-Fi, brillo medio/alto al estar en la calle, reproducción de música, uso intenso de redes sociales y medio de la cámara, así como todas las notificaciones de redes sociales y correo electrónico activadas.

Esto me lleva a pensar que con una gestión energética un poco más cuidada, el Moto X Play podría llegar sin problemas a los dos días de autonomía, siendo este un deleite para usuarios que pasan mucho tiempo lejos de tomas de corriente y que necesitan el máximo tiempo posible con sus smartphones encendidos. Mención especial merece la tecnología Turbo Charge que permite una carga completa en poco más de dos horas.

Evidentemente este es un apartado que está sujeto a un sinfín de posibilidades dependiendo de las necesidades de cada usuario, así que simplemente les comparto mi experiencia, un total deleite, y está en cada uno tomar una decisión respecto a si vale la pena o no confiar en la autonomía de este terminal.

Moto X Play, ¿lo compro o no lo compro?

Sin lugar a dudad el Moto X Play es una opción bastante tentadora a tener en cuenta al momento de sopesar las opciones para un nuevo terminal, sobre todo tomando en cuenta su precio de $5,999 pesos para la versión de 16 GB $6,498 para la versión de 32 GB. Y si a esto le añadimos el valor agregado que Moto Maker supone en cuanto a la personalización, al comprarlo mediante la página de Motorola México, es un total acierto.

El desempeño del hardware si bien es suficiente no está pensando para tareas muy demandantes, de manera que si el uso que le darás a este terminal estará enfocado a las redes sociales, la navegación en internet y uno que otro juego con gráficos pesados, realmente este es EL smartphone de gama alta.

La pantalla y las cámaras fotográficas sobresalen, aunque definitivamente podrían ser mejores, sin embargo, ateniéndonos al segmento del mercado al que está dirigido y su precio, no podemos pedir nada mejor. Finalmente, su batería es el apartado que servirá como referencia para tomar la decisión de finitiva, ya que con sus 3,630 mAh la autonomía está asegurada, tal vez no para dos días, pero sí hasta por un día y medio, más allá de la media actual del mercado.

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