Android Wear tomó el pequeño mundo dividido y de futuro desconocido de los smartwatches y lo transformó en una plataforma que promete mucho, aún estando en su primera etapa de desarrollo público. Era un mercado ya existente, conocíamos ya las primeras generaciones de los esfuerzos de grandes fabricantes como Sony y Samsung y los esfuerzos de pequeñas startups, como Pebble. Cada fabricante elaboraba, a su mejor conocimiento, desarrollo y diseño, lo que creían sería un digno competidor por el codiciado espacio en nuestras muñecas. Y de pronto, un 25 de Junio de este 2014 (cumpleaños de su redactor), durante el Google I/O de este año, Android Wear es oficialmente presentado, junto con el lanzamiento de los primeros dos relojes inteligentes que lo usan. El LG G-Watch y el Samsung Gear Live.
Después de que Motorola lanzara su Moto 360, y que LG presentara apenas en IFA 2014 su nuevo LG G Watch R, Google hizo de conocimiento público que pronto estarían lanzando la primera, y merecida, actualización a Android Wear. La movida que parece estar haciendo Google, es con el fin no sólo de mejorar el producto para los consumidores, sino para acaparar la porción de mercado que hoy tiene Samsung con Tizen. Ésta es la oportunidad de Google para demostrar que saben hacer de Android Wear un sistema operativo perfectamente capaz y suficientemente poderoso para dominar el mercado. Y convencer a los fabricantes y desarolladores de sistemas operativos similares, de que pueden utilizar Android Wear y no desgastar sus recursos en el desarrollo de un sistema operativo.
Hoy, podemos observar algunos bosquejos (sketches) compartidos por Google, sobre el proceso de diseño de Android Wear, y podremos darnos una idea de cuán diferente podría haber sido.
Vía: TheVerge