Operadores Celulares: ¿Qué deben hacer para prevenir el Síndrome “Dumb-Pipe”?
Desde que Internet se hizo popular, el negocio de las telecomunicaciones está en un proceso continuo de transformación. Si bien es cierto que han surgido nuevas oportunidades de crecimiento, como la banda ancha fija (ADSL) y ahora también con la banda ancha móvil, no lo es menos que existe una constante amenaza para los operadores de red.
En un interesante informe de IBM Global CEO Study – Telecom Industry Edition, basado en una encuesta a 1130 directivos de empresas del sector de las telecomunicaciones, se indica que la principal preocupación de los directivos de operadores de red es cómo prevenir el quedar relegados a ser meros proveedores de conectividad (síndrome “dumb pipe“).
La competencia más amenazadora viene de las empresas proveedoras de servicios o contenidos (Yahoo, Google, Apple, etc.) que pueden acabar desintermediando totalmente a los operadores de red. La mayoría de las compañías han iniciado un proceso de transformación, pero pocas lo hacen basándose en la innovación disruptiva.
En tiempos de crisis, la primera medida que han adoptado es definir nuevas políticas de precios, cambiar los planes de tarifas para evitar la huida de clientes o impulsar las ofertas de ventas cruzadas (del inglés cross-selling) para aumentar los ingresos. También se está comenzando a explotar el conocimiento que se tiene sobre los clientes, para que los anunciantes puedan ofertar sus productos y así obtener una nueva fuente de ingresos por publicidad. Finalmente, está la opción de externalizar toda la gestión de infraestructuras de red a un suministrador, como parece que hará Sprint con Ericsson, para centrarse en los servicios y la excelencia en experiencia de cliente.
A todos estos movimientos por parte de los operadores, se le une la reacción de los propios fabricantes de ordenadores y teléfonos. Nokia ha sido hasta ahora bastante innovadora en cuanto añadir funcionalidad a los teléfonos móviles, pero llegará un momento -como dice Christensen en El Dilema del Innovador– en que los usuarios no estén dispuestos a pagar por más de lo que realmente necesitan y usan. De hecho, muchas personas prefieren un móvil sencillo para hablar y nada más. Ante la amenaza de la comoditización de los teléfonos móviles, Nokia ha reaccionado creando Ovi, su oferta como proveedor de servicios móviles de valor añadido.
Y también los fabricantes de PCs están sufriendo la comoditización del hardware propiciada por los ordenadores de bajo coste “netbooks“. Tienen la funcionalidad suficiente para bastantes usuarios y su precio es muy inferior, pero obviamente los márgenes de venta son muy bajos. No sería de extrañar que los fabricantes de PCs también intentaran entrar en el negocio de los servicios, para mantener sus ingresos.
Si lo pensamos bien, eso es precisamente lo que ha hecho Apple con el iPod e iPhone. No solo vende los aparatos, sino que ha creado un ecosistema para la venta de contenidos y aplicaciones que le garantiza una atractiva fuente de ingresos complementaria a lo que obtiene por la venta de su hardware. El modelo App Store, la venta de contenidos y aplicaciones para móviles, está comenzando a replicarse por parte de Nokia, Microsoft, RIM, Samsung y las principales operadoras móviles.
Según BusinessWeek, una de las ventajas de un operador móvil es su sistema de facturación. Cualquier compra de contenidos, servicios o aplicaciones de terceros puede cargarse a la factura. La experiencia de usuario es así más sencilla, los usuarios se fían de pagar al operador, el sistema valdría para cualquier marca de teléfonos móviles y los desarrolladores podrían acceder a las Open APIs del operador para utilizar en sus aplicaciones las capacidades de la red.
Otra estrategia de transformación posible es la evolución hacia servicios de red con calidad diferenciada, aunque habría que vencer en el debate sobre la neutralidad de red. Hasta ahora, lo que venden los operadores es un acceso de banda más o menos ancha, más o menos caro en función de cuántos MB de subida/bajada necesites. Pero pensemos en un modelo de negocio tipo “Amazon Kindle“, en el que no se paga por la conectividad sino por el terminal+contenidos. Así, por ejemplo, tendríamos un “televisor conectado” con funciones “media server” integradas en el propio monitor, que se puede conectar a Internet para la descarga de contenidos bajo demanda o su visualización en tiempo real (video streaming). Sería un servicio de distribución de contenidos, no se paga por el acceso a Internet sino por el receptor y los contenidos descargados. La tecnología existe desde hace un tiempo, pero el problema es que los operadores la ofrecen como parte de un paquete comercial que además incluye telefonía y ADSL.
Quienes utilizamos más el móvil que el teléfono fijo para hablar, no necesitamos pagar una cuota fija por la línea telefónica. Además, también están empezando a ofrecerse tarifas planas para llamadas desde el móvil. Hoy en día se puede prescindir el teléfono fijo, si tienes una buena tarifa de telefonía móvil.
Por último, el acceso a Internet desde el PC (ADSL) pronto será sustituido por la banda ancha móvil. De momento es un servicio caro y probablemente tampoco las redes están preparadas para el uso masivo, pero si la tendencia actual es que los PC sobremesa sean sustituidos por portátiles en el hogar, lo más probable es que también acabemos demandando soluciones móviles para la conectividad. Existen yarouters 3G con capacidad WiFi que permiten aprovechar lo mejor de ambos mundos. Con una buena cobertura 3.5G y la promesa del LTE, todo apunta a que se generalizará la banda ancha móvil como red de acceso preferida para quienes utilizan un portátil, netbook u otros nuevos dispositivos que aparezcan en el futuro para navegar por Internet.
Una apuesta interesante para el futuro es que la oferta triple será desagregada y recombinada. Tendremos nuevas ofertas basadas en paquetes verticales, incluyendo equipos + conectividad + contenidos o aplicaciones, para cada uno de los 3 servicios: telefonía móvil, navegación por Internet y televisión. Esto podría beneficiar claramente a los operadores que tengan un mayor control sobre la capacidad y funcionalidad de los terminales. Aunque dicho control sobre los terminales no es fácil para quien no los fabrica, sí será posible gracias a la virtualización y el open-source.
Fuente: La Cofa
Extraido de Telemática & Linux