Este artículo se publicó originalmente en Cooking Ideas, un blog de Vodafone donde colaboramos semanalmente con el objetivo de crear historias que «alimenten la mente de ideas».
¿Cómo será la informática móvil en un futuro más o menos cercano? Es difícil de anticipar –como toda previsión que tenga que ver con la tecnología– pero lo que sí parece claro es que la movilidad de los ordenadores será cada vez más habitual y, en un futuro, puede que lleguen ser una prenda de vestir.
Con teléfonos móviles que cada vez más son capaces de realizar tareas propias de los ordenadores, y ordenadores portátiles que cada vez tienen tamaños más cercanos a los de los teléfonos, es fácil acostumbrarse a tener siempre a mano un ordenador que permita conectarse a Internet, indicar cómo llegar a algún lugar, localizar un restaurante o mantenerse en contacto a través del correo y las redes sociales.
Para los próximos meses, en lo que sería corto plazo, llegarán nuevos tipos de ordenadores móviles, más desarrollados físicamente que un teléfono inteligente, pero a la vez que mucho más ligeros y compactos que un ordenador portátil.
Pero, ¿y más allá de lo inminente? Actualmente ya hay investigadores trabajando en el desarrollo de los que podrían ser los futuros ordenadores móviles. La idea en este sentido es cambiar el concepto actual: no se trata de dar otra vuelta a la fórmula clásica de un dispositivo portátil, pequeño pero potente y fácil de manejar, sino en un ordenador que se integre con la ropa, en lo que se ha venido a llamar wearable computer o, literalmente, ordenador para llevar puesto.
La definición de ordenador para llevar puesto puede abarcar muchos conceptos. Desde aquellos utilizados con fines médicos o como sustitutos de limitaciones físicas como el habla, a modelos tales como el Zypad, un ordenador portátil que se coloca en la muñeca.
En palabras de Steve Mann, uno de los investigadores que más años lleva desarrollando este tipo de ordenadores, se trata de “una nueva forma de interacción entre el hombre y el ordenador”. Este tipo de ordenador está siempre disponible aunque su presencia no sea evidente. Se trataría de una continuación del usuario y debe funcionar más como una parte del cuerpo que como un aparato externo. Debe ser algo parecido a lo que supone llevar un par de gafas graduadas.
El ordenador que se lleva puesto es aquel que se integra como parte de la vestimenta y se mantiene en constante interacción con el usuario y con la realidad que le rodea. Una especie de sexto sentido.
Precisamente uno de los modelos más desarrollados no podría tener un nombre más adecuado: SixthSense (sexto sentido) es el nombre de un proyecto de wearable computer que está desarrollando el MIT Media Lab.
El SixthSense consta de un ordenador, una cámara y un proyector de imágenes. El ordenador se maneja mediante gestos con las manos que son captados por la cámara e interpretados por el ordenador. Por ejemplo, funciona como una cámara de fotos cuando el usuario hace el gesto de encuadrar una escena con las manos; después, el usuario puede visualizar esas fotografías proyectadas sobre cualquier superficie, como una mesa o una pared. Sobre la proyección se pueden realizar determinados gestos que equivalgan a ampliar o girar la imagen, de la misma forma que actualmente pueden hacerse sobre las pantallas táctiles.
El proyector también puede establecer interfaces de entrada de datos, por ejemplo proyectando la imagen de un teclado sobre la mano del usuario o sobre una mesa. La cámara es la que detecta qué teclas se pulsan en el teclado virtual.
Además, la cámara capta el entorno que puede ser identificado por el ordenador. Por ejemplo, si el usuario coge un libro real con sus manos, el proyector puede superponer sobre éste información sobre el libro tales como reseñas y valoraciones de usuarios, igual que si estuviese viendo la página del en Amazon.com. La realidad aumentada nunca habría sido más real.
¿Cuántas más ideas pueden surgir a partir de este concepto? Por ejemplo, se podría leer virtualmente en cualquier idioma: la cámara vería el texto que tenemos en frente, detectaría el idioma y —si es de los que no entendemos– proyectaría subtítulos con la traducción. Recientemente NEC ha desarrollado unas gafas que hacen precisamente esto y permiten leer en otros idiomas: una pequeña cámara en las gafas captura el texto, lo traduce y proyecta en el cristal el resultado.
El Tinmith Augmented Reality Project consiste en un wearable computer donde también se han materializado muchas de las ideas que demuestran las posibilidades de estos ordenadores. Aunque aún está lejos de ser un ordenador ponible dado su aparatoso tamaño y su tosco diseño, es una excelente plataforma de demostración de cómo podría ser la interacción con estos ordenador
es y sus aplicaciones prácticas en el mundo real.
El Tinmith está muy enfocado a su uso como interfaz de realidad aumentada (añadir información digital al mundo real) y de realidad virtual. Además de resultar una cara y sofisticada videoconsola –permite a juego en primera persona en entornos reales convenientemente decorados con elementos y seres virtuales– algunas aplicaciones en las que ya ha demostrado sus posibilidades consisten en permitir ver en primera persona cómo quedará integrado en el entorno un edificio que aún no se ha construido: a simple vista se trata de un solar vacío, pero si se mira a través de las gafas del Tinmith se ve un edificio perfectamente terminado, a escala real y desde cualquier ángulo y posición. Cualquier cambio que se realice in situ muestra el resultado en tiempo real.
Aunque los prototipos mostrados recurren a ordenadores convencionales, hay que considerarlos antecesores primigenios de lo que podrían llegar a ser. No hace tanto tiempo los teléfonos móviles eran tan exclusivos como caros y pesados. En el futuro estos ordenadores cambiarán, literalmente, nuestra forma de ver el mundo.
Extraido de MicroSiervos