Chico se pagó la universidad arreglando iPods
¿se imaginan que su iPod se averíe? La problemática de repararlo, si aún está vigente la garantía o no, o si el costo de reparación es suficientemente bajo para repararlo o será necesario comprar otro. Teddy Worcester lo sabía, así que cuando le ocurrió decidió tomar otro camino.
Teddy Worcester era un adolescente como cualquier otro hasta que su iPod de tercera generación se averió. Cualquiera que haya pasado por esa situación sabe la frustración que Teddy debió sentir. No sólo era que no funcionara, sino que arreglarlo muchas veces sale tan caro como comprar un nuevo. Además, de no hacer un intento toda la música e información guardadas se perderían para siempre.
Determinado a salvar su gadget, Teddy pasó horas leyendo manuales y consiguiendo piezas. Sus esfuerzos fueron bien recompensados cuando logró reparar su iPod con todas las canciones e información intactas. Ese fue el inicio de lo que luego se convirtió en su imperio personal. El chico de 15 años comenzó a ofrecer servicio de reparación de iPods a todos sus conocidos. El principal problema era conseguir las piezas, así que pasaba horas en eBay comprando iPods para refacciones.
Durante algunos años, Teddy estuvo dedicándose a esto en sus tiempos libres. Sin embargo con el cambio de generaciones las refacciones eran más difíciles de conseguir y más caras. La aparición de nuevos dispositivos, como el Nano y el Mini hacían de la reparación una tortura. En ese momento Teddy tuvo una nueva idea. Fue esta la que terminó por llamar la atención de Apple y que motivó a la compañía a marcarle un alto al chico. Lo que Teddy comenzó a hacer fue comprar iPods descompuestos, pero que aún estaban dentro del tiempo de garantía, a precio de chatarra. Luego se ocupaba de las incomodidades de hacer el reclamo del aparato para terminar recuperando un dispositivo totalmente nuevo y funcional. Se terminaron los días de tener que abrir, buscar, soldar y cerrar aparatos. El negocio se volvió mucho más lucrativo y Teddy podía dedicarse a estudiar la universidad sin preocuparse.
Todo terminó con una llamada de un abogado de Apple. “Tienes que dejar de hacer esto”. Aunque esa puerta se cerró, Teddy obtuvo conocimiento invaluable que le será muy útil para buscar trabajo en Silicon Valley luego de terminar su carrera. Bueno, y para los que valoran poco el conocimiento, está el detalle de que sus años de reparación le permitieron cumplir 18 años con un capital superior a los $65,000 dólares.
Nada mal para un chico que no quería perder su música.
Fuente: Sputnik
“Nada mal” es una expresion que minimiza. Porque no mejor “Excelente”
Pues al final no se pagó la universidad arreglando iPods, mejor dicho, se la pagó dedicándose a reclamar garantías a Apple para revender los iPods. Como quiera, buen negocio.
Me imagino que Apple le puso un alto porque era más que obvio que las mismas personas (quien sea que le ayudaba) hacían muchas reclamaciones de iPods en garantía, ¿raro no?.
Esa es vision de empresario:
aprovechar algo que existe y sacarle el mejor provecho con beneficios propios y al cliente final….
Bien!!!