¿A partir de qué edad debemos tener un smartphone?
La interrogante es simple, pero la respuesta puede no serlo tanto: ¿Cuánto tiempo has pasado hoy con tu teléfono móvil? ¿Y ayer?
¿Cuánto tiempo pasas con tu smartphone?
El año pasado, en promedio, se estima que las personas pasamos alrededor de tres horas y 40 minutos al día usando nuestros dispositivos móviles. Ya sea que lo uses más o menos, lo evidente es que los móviles se han convertido en una parte integral de nuestras vidas.
Hoy en día, los móviles se utilizan para diversas actividades, como consultar noticias, enviar correos electrónicos y responder mensajes de amigos y familiares.
En muchos casos, el móvil es considerado como una extensión de nosotros mismos, siendo lo primero que tomamos al despertar y lo último que dejamos antes de dormir. En algunas ocasiones nos resulta necesario tener el teléfono cerca o al menos saber que está ahí.
Jóvenes y la tecnología
Además, es importante destacar que el uso de las nuevas tecnologías por parte de menores de quince años está muy extendido. Según las estadísticas, más del 97% de los niños de esa edad han utilizado Internet en los últimos tres meses.
Si tienes un hijo de esa edad, es posible que te hayas cuestionado cuál es la edad adecuada para permitirle el uso de un móvil. La respuesta puede sorprenderte, dada la época en la que vivimos.
Carmen Ávila, psicopedagoga, ha respondido a una pregunta que muchos padres se hacen: ¿a qué edad debería comprar un móvil para mi hijo? La experta ha afirmado que “cuanto más tarde, mejor”.
Edad ideal entre 16 y 18 años
Según ella, la edad óptima para permitir que un adolescente tenga un móvil depende de factores como el uso de la libertad, la responsabilidad, la madurez y la capacidad para utilizar la tecnología de forma adecuada. En su opinión, un joven no debería tener un móvil hasta los 16, 17 o 18 años.
Además, ha dado algunos consejos a los padres sobre cómo educar a sus hijos en el uso de la tecnología, por ejemplo, darle la pauta a nuestros hijos sobre la cantidad de tiempo que pasamos con nuestros dispositivos, si ellos ven que invertimos tiempo en otras acciones, ellos también dejarán a un lado la tecnología.
En este sentido, ha mencionado el ejemplo de las comidas, donde afirma que no usa el móvil para respetar el momento sagrado de compartir tiempo juntos y hablar.
Resulta evidente que tanto los dispositivos móviles como las computadoras, requieren de cierta educación para ser usadas e invertir el tiempo necesario y no más allá. Lo que también implica, por parte de los padres, enseñarles a los hijos cómo utilizar la tecnología de manera adecuada.