Recarga de Baterías a través de Calor Humano
Cuántas veces no habremos maldecido a nuestra suerte cuando a mitad de una importante llamada y en plena calle, el celular se queda sin batería. Pues esta desagradable situación puede pasar en breve al anecdotario popular gracias al ingenio del científico Wulf Glatz, que ha desarrollado con éxito un generador termoeléctrico de nueva generación que es capaz de convertir el calor en una corriente eléctrica.
Asombroso pero cierto. Este nuevo invento, galardonado con el premio Swisselectric Research Award 2009, utiliza la diferencia de temperatura entre la fuente de calor y la del ambiente para producir la energía suficiente para cargar un teléfono celular o dar electricidad a una vivienda. Un hecho éste, que podría retrasar entre cinco y diez años la incorporación de estos generadores al mercado, según apunta su creador, ya que este sistema requiere que la mencionada diferencia térmica sea de unos treinta grados. Algo imposible en países de clima cálido.
A pesar de ello, este sistema incorpora ventajas en su proceso de fabricación que ayudarán a abaratar los costes de producción de generadores, ya que el material termoeléctrico se monta directamente en una hoja de plástico, un proceso diez veces más barato que el tradicional, que permite además otorgar al dispositivo una apariencia más fina y ligera, y una adaptabilidad a superficies curvas.
De esta forma, se abre un abanico enorme de posibilidades en el segmento de baterías de móviles, uno de los elementos más contaminantes del negocio de la telefonía. Pero al mismo tiempo, posibilitará una alternativa más que eficaz al campo de las energías renovables, ya que este dispositivo podría instalarse cerca de los sistemas de calefacción de los edificios para proporcionar electricidad a las viviendas, o junto a los motores de coches, que podrían ahorrar un 10 por ciento en el consumo de combustible gracias al calor generado en la combustión.