Apple siempre se ha manejado de manera un tanto confusa y sin consistencia en cuanto a los componentes de los equipos que vende en general. Mejor ejemplo no hay como el que su última MacBook tiene características técnicas notablemente menores, junto con un precio más inflado que su actual MacBook Air de configuración y precio de entrada. Quizás debido a cuestiones de diseño, pero sin duda muchos no acabamos de entender por qué los de Cupertino realizan movimientos como estos. Y tales inconsistencias no se limitan únicamente a sus equipos de cómputo, si no ahora también a sus iPads.
El sitio DisplayMate, que últimamente se ha ganado fama por reseñar de manera exhaustiva los distintos paneles y pantallas de diversos productos de consumo, ha lanzado una comparativa entre las distintas pantallas de las tablets de la compañía de la manzana.
Sin pensarlo mucho uno se imaginaría que la mejor pantalla en esta prueba sería la de la nueva iPad Pro, después de todo, por el adjetivo “Pro” y ese precio tan inflado uno no debería esperar menos; pero para sorpresa de todos, el mejor panel (para los analistas de DisplayMate) lo monta la mucho más modesta iPad mini 4. La Tablet miniatura salió mejor parada en este test que la mencionada iPad Pro, el iPad Air 2 y básicamente que muchas tablets del mercado; resultando superior en todos los aspectos, excepto en la relación de contraste (rango de luminosidad desde el color más oscuro al más claro), en este apartado se quedó en un “muy bueno” comparado con otras tabletas.
Relacionado a lo anterior, la prueba también hace algunas otras comparaciones, retomando al iPad Pro a pesar de que su pantalla es de muy buena calidad y una resolución de 2732 x 2048 píxeles que impresiona, su calidad no le llega a la pantalla utilizada en la nueva Surface 4.
Esta prueba nos indica que no siempre la pantalla más cara y con más “trucos” es necesariamente la mejor, ya que muchas tecnologías aún se encuentran inmaduras cuando salen al mercado, claro ejemplo es la primera pantalla QHD en un Smartphone, la del LG G3 la cual a pesar de su alta resolución, poseía colores pálidos y una intensidad de brillo mediocre. Sin salir de Apple, la misma Retina MacBook Pro tiene el efecto de “quemado”. Este es el precio que algunas veces pagan los entusiastas que adquieren los últimos productos, así que recuerden que ser un comprador temprano tiene sus riesgos.
Con información de DisplayMate