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Steve Jobs: Si quieren Porno, cómprense un Android
Así de tajante fueron las palabras de Steve Jobs, CEO de Apple y responsable máximo de toda la tendencia que siguen en la evolución los equipos iPhone, iPad y iPod.
No es la primera vez que Apple, o Steve Jobs, reniegan de permitir que sus dispositivos ingresen al mercado de la pornografía, una de las industrias de contenido más rentables del mundo. Sin embargo y para no meternos en explicacione, todo tiene su motivo.
La declaración se habría dado a conocer por unas cartas que habría intercambiado con un cliente disgustado con el bloqueo de una aplicación, explicándole a Jobs que en todo caso, Apple no debería ser quién para perseguir y censurar cosas tales como las sátiras políticas o la pornografía. La respuesta de este mail fue la que desencadenó el título de este post, donde explica que cree que desde Apple tienen la responsabilidad moral de mantener la pornografía fuera del iPhone, por lo que todos los que quieran porno pueden comprarse un teléfono con Android!. Y es que en Android, existen incluso repositorios completos de aplicaciones enfocadas al contenido erótico y pornográfico, como es Mikandi.
Pero porqué Steve Jobs, REALMENTE reniega de aprovechar las oportunidades que le darían su enorme y robusta plataforma de distribución de contenido como lo es iTunes a nivel mundial?
Me parece una respuesta que suena muy bien para relaciones públicas -¡oh, Jobs, santo defensor de las buenas costumbres!- pero creo que hay más detrás. Después de todo, la pornografía es un negocio redondo: sólo basta recordar que 43% de los usuarios de Internet consumen este tipo de contenido.
La respuesta de Apple puede tener algo que ver con la moral, pero sospecho que la razón es económica. Ok, quizá Jobs no quiera una parte del pastel que suponen las ganancias de la pornografía, pero estoy seguro que no va a despreciar el dinero que provenga por parte de la educación. ¿Cómo? Sí, Apple quiere posicionar a sus productos (en especial, a la tan mentada iPad) como herramientas didácticas.
Ése es el nicho al que aspira Jobs: el mercado educativo, uno de los Santos Griales que ninguna compañía tecnológica ha podido explotar completamente. Y si para alcanzarlo hay que dejar a algunos (¡muchos!) adultos ávidos de un poco de carne… bueno, Apple puede hacer el sacrificio.
