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Pantallas táctiles, un poco de teoría

Pantallas táctiles, un poco de teoría
Como podemos comprobar, la tendencia a adoptar la pantalla táctil a la hora de fabricar terminales, cada vez es mayor. Raro es el fabricante que no tenga en el mercado un aparato con pantalla táctil, o lo tenga en proyecto.
 

 
Por eso, voy a intentar explicar el funcionamiento de las pantallas táctiles, dentro de mis posibilidades, e intentando aclarar los tecnicismos para que todos lo entiendan.

Para empezar, hay dos tipos principales de pantallas táctiles en los móviles: capacitiva (véase iPhone) o resistiva (véase Nokia 5800XM).
Las dos se basan en el mismo principio para detectar las pulsaciones: alteraciones en la corriente eléctrica. Sin embargo, los componentes que forman los distintos tipos de pantalla táctil, y sobre todo, la sensación para el usuario, son muy distintos.
 
 Pantallas capacitivas

 
 
 Estas están cubiertas con un material, habitualmente oxido de indio y estaño, que conduce una corriente eléctrica continua a través del sensor. Por lo tanto, la pantalla esta recorrida continuamente por electrones y sólo reacciona al tacto de un dedo, ya que los humanos tenemos carga eléctrica, o un aparato que disponga de dicha carga. Las pantallas táctiles capacitivas no se ven afectadas por elementos externos, por lo tanto, no son aptas para los típicos stylus. Pueden detectar varias pulsaciones simultáneas o gestos, lo que permite diversas formas de actuar con ellas aumentando su capacidad para ser controladas. Las pulsaciones o gestos no requieren presión, basta con deslizar el dedo para controlar la pantalla del dispositivo. Además, tienen una alta claridad, pero su complejo procesado de la señal hace que su coste sea elevado.

También tienen sus limitaciones. Tener que usar los dedos, menor precisión y no detectar la presión limitan las posibilidades del software.

 
 

 
 Pantallas resistivas

 

 

Una pantalla táctil resistiva esta formada por varias capas superpuestas. Las más importantes son dos finas capas de material conductor, entre las cuales hay una pequeña separación. Cuando algún objeto toca la superficie de la capa exterior, las dos capas conductoras entran en contacto en un punto concreto y se detecta la pulsación.
Al funcionar por presión, la respuesta del móvil parece menos intuitiva, más lenta. Si además el software no esta creado para usarse con el dedo, tener que utilizar un stylus o aparato similar nos aleja más del dispositivo. Algunas pantallas pueden medir, aparte de la posición del contacto, la presión que se ha ejercido sobre la misma.

Las pantallas táctiles resistivas son por norma general más asequibles, pero tienen una pérdida de aproximadamente el 25% del brillo debido a las múltiples capas necesarias. Otro inconveniente que tienen es que pueden ser dañadas por objetos afilados. Por el contrario no se ven afectadas por elementos externos como polvo o agua, razón por la que son el tipo de pantallas táctiles más usado en la actualidad.

Uno de los principales inconvenientes de las pantallas resistivas es su imposibilidad para detectar varias pulsaciones, el multitouch, o los gestos.

 
 ¿Cual es mejor?, ¿capacitiva o resistiva?, eso depende de muchos factores, pero sobre todo del software que maneje cada pantalla. Esta claro que con los rápidos avances que hay en lo relativo al tema, dentro de poco tiempo, no nos tendremos que fijar en el tipo de pantalla que lleva, ya que, resistiva o capacitiva, el software le ira a la par en cuanto a manejo, rapidez y productividad.

Espero por lo menos haber dejado algo claro al respecto de las pantallas táctiles. Yo sí que he aprendido algo de ellas a fuerza de investigar para escribirlo.

 
Extraido de MoviManiac
 

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