Conoce cómo se creó la primera página web de la historia
Hace tres décadas nuestros papás y abuelos usaban el correo postal, fax y telegrama. Si querías jugar videojuegos ibas a las maquinitas de la esquina y las películas eran para verse en el cine, la televisión abierta o en la videocasetera. La movilidad de la navegación era un servicio incipiente, ya que los teléfonos celulares funcionaban principalmente como servicio de voz.
Hoy está tan normalizado navegar por la red en cualquier momento y en cualquier lugar, que resulta difícil imaginar que antes las computadoras se usaban más como procesadores de texto o calculadoras que para buscar información o divertirse.
Todo cambió cuando el ingeniero británico Tim Berners-Lee lanzó en agosto de 1991, hace 31 años, el primer servidor web de la historia bajo las siglas de World Wide Web (WWW). Si bien desde 1989 Berners ya había creado el protocolo de transferencias de hipertextos no existía una manera de acceder a este contenido como tal.
Fue justo con este servidor que el mundo cambiaría para dar lugar a un nuevo término: el internauta. El diseño de las páginas era poco amigable. Las empresas proveedoras de servicios o productos tenían un pobre soporte y atención para los usuarios. En esos ayeres nadie vislumbraba lo importante que era tener conversaciones con el internauta aunque, hay que reconocer, en ese momento era lógico que nadie lo viera como una necesidad, debido a las pocas páginas web que existían.
En el año 2000 había menos de 50 millones; en 2010, sumaron 200 millones y, en 2021, se calculan en 1,880 millones.
En este Día Mundial del Internauta, hay que agradecer la evolución en la navegación donde las personas han pasado de ser objetos pasivos y sin posibilidad de ser escuchados, a contar con todas las herramientas que ofrece la Inteligencia Artificial, como es el caso de la omnicanalidad.
Es decir que independientemente del canal que elija el cliente, todos contienen los mismos datos y permiten un intercambio de información más eficiente. Hoy se vive la evolución de la Web 3.0 a la Web 4.0, donde la Inteligencia Artificial empieza a consolidarse.