Tecnología es esencial en la búsqueda de personas desaparecidas en México
La Comisión Nacional de Búsqueda, en colaboración con la Comisión Estatal de Búsqueda, la Fiscalía General de la República y la Fiscalía del Estado, ha incorporado tecnología avanzada para localizar fosas clandestinas.
Entre los equipos utilizados destacan drones multiespectrales y térmicos, así como herramientas como georradar, análisis electromagnético y estudios de resistividad eléctrica. Estas herramientas permiten generar tomografías del subsuelo para identificar anomalías que podrían estar relacionadas con inhumaciones ilegales.
Procesamiento de datos para detectar estructuras ocultas
Una vez recopilados los datos, se procede a su procesamiento, lo que puede tardar varias horas debido a la complejidad de la información. Este análisis permite identificar estructuras simétricas, como posibles hornos enterrados, que difieren de las formaciones naturales del terreno.
“Cuando se complete el procesamiento, podremos visualizar claramente si existen estructuras anómalas, como hornos, que no coinciden con piedras u otros elementos naturales”, explicó un especialista.
Durante las labores de búsqueda, se realizaron vuelos con drones equipados con cámaras multiespectrales, capturando más de 10,000 fotografías para crear un modelo en 3D del terreno.
Este modelo permite detectar irregularidades en la superficie, como hundimientos atípicos o anomalías en la vegetación. “Con estas imágenes, podemos identificar cambios en el suelo y en la flora que podrían indicar la presencia de restos humanos”, detalló un miembro del equipo.
Hallazgos en el “Rancho del Terror”
En el lugar conocido como el “Rancho del Terror”, se han registrado 711 prendas, incluyendo zapatos, mochilas y ropa de hombre y mujer, en la plataforma de la Fiscalía del Estado.
Aunque se encontraron piezas óseas calcinadas, no se detectaron estructuras que funcionaran como hornos. Sin embargo, se identificaron áreas como habitaciones, baños, cocina, bodegas, un espacio para adiestramiento táctico y una zona de acondicionamiento físico.
Además, durante las investigaciones, se detectó la presencia de sosa cáustica en el subsuelo, una sustancia altamente corrosiva que puede desintegrar tejidos blandos y dificultar el rastreo con perros.
“Encontramos índices positivos de hidróxido de sodio en áreas con evidencias de calcinamiento, lo que sugiere el uso de sustancias químicas en el lugar”, señaló un integrante de la Comisión Nacional de Búsqueda.
Metodología y colaboración en las labores de búsqueda
Para optimizar las tareas, el terreno fue dividido en cuadrantes, permitiendo una sistematización eficiente de las labores. Los equipos de trabajo estuvieron integrados por personal de la Comisión Nacional de Búsqueda, la Comisión Estatal de Búsqueda, la Fiscalía y miembros del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco.
Esta colaboración multidisciplinaria ha sido clave para avanzar en las investigaciones y garantizar un enfoque integral en la búsqueda de personas desaparecidas.
Fuente: OEM