¿El fin de los pilotos? EE. UU prueba un F-16 autónomo
Esto representa un gran salto en la guerra aérea.
En un evento de prensa celebrado en la Base de la Fuerza Aérea Edwards en California, la Fuerza Aérea de EE. UU. desveló un avance revolucionario en la tecnología de defensa aérea: aviones de combate F-16 pilotados por inteligencia artificial (IA).
Futuro sin pilotos: la era de los drones de combate
A pesar de la presencia limitada de medios de comunicación, el mensaje resonó con fuerza: para el año 2028, la Fuerza Aérea de EE. UU. contará con una flota de más de 1.000 F-16 controlados por IA.
Este ambicioso proyecto representa un cambio radical en la forma de abordar la defensa aérea, dejando atrás la figura del piloto tradicional para dar paso a enjambres de drones de combate más compactos, letales y eficientes.
Demostrando el poder de la IA: maniobras extremas y combate simulado
La reciente prueba de vuelo del F-16 apodado “Vista” sirvió como una vívida demostración de las capacidades de la IA en este ámbito. Durante este ejercicio, el avión realizó maniobras a velocidades de casi 900 km/h, generando fuerzas de hasta 6G en el cuerpo del piloto a bordo.
En un simulacro de combate aéreo a baja altitud que duró una hora, el F-16 controlado por IA demostró su capacidad para competir e incluso superar a un piloto humano.
El Secretario de la Fuerza Aérea de EE. UU., Frank Kendall, quien experimentó el vuelo de primera mano, afirmó con rotundidad: “He visto lo suficiente como para confiar en la IA para tomar decisiones críticas, incluso en escenarios que involucren el uso de armas“.
Hacia la autonomía en el combate aéreo
Este avance tecnológico marca un antes y un después en la guerra aérea. Los aviones de combate de sexta generación, controlados como un enjambre y capaces de lanzar misiles de forma autónoma, representan un salto cuántico en las capacidades de defensa aérea.
Europa, con el desarrollo de los sucesores del Eurofighter, y Rusia, con el Sukoi 57, también están avanzando en esta dirección. Sin embargo, según Kendall, “no tener esta tecnología representa un riesgo para la seguridad nacional”.
Preocupaciones éticas y el futuro de la guerra
A pesar del potencial innegable de la IA en el combate aéreo, existen preocupaciones éticas relacionadas con la delegación de decisiones de vida o muerte a sistemas automatizados. Por este motivo, la supervisión humana seguirá siendo un componente crucial en el uso de armas por parte de estos aviones.
El camino hacia el futuro de la guerra está trazado: aviones no tripulados controlados por IA, más pequeños, más baratos y capaces de reducir significativamente el riesgo para los pilotos. En palabras del piloto jefe de pruebas Bill Gray, “quien no vuele, se queda atrás”.
Estados Unidos, con su ambicioso plan de tener más de 1.000 F-16 controlados por IA para el año 2028, se posiciona a la vanguardia de esta nueva era en la defensa aérea. Una era donde la ciencia ficción de ayer se convierte en la realidad del mañana.