ChatGPT: No todo lo que brilla es Oro
Claro está que vivimos en una era en donde los avances tecnológicos, muchas veces, superan la posibilidad de entendimiento de propios y de extraños. En ese sentido y confirmando lo dicho en este último tiempo, a nivel mundial hubo un revuelo acerca de una nueva funcionalidad en términos de sistemas, y es que la empresa OpenAI lanzó un chatbot de inteligencia artificial que se denomina ChatGPT.
Irrumpió públicamente, no como algo novedoso pero si como algo evolucionado, finalizando el año 2022, y a principios del 2023 ya había superado los 100 millones de usuarios activos. Causó furor en muchos sentidos, porque a priori, este Bot puede responder a todo lo que se le consulte, pero sin dudas hay algunos que no piensan lo mismo y es lo que vamos a analizar en los próximos párrafos.
La revolución de ChatGPT
Lo primero que podemos decir es que es un chatbot de IA (Inteligencia Artificial), se trata de un sistema, que tiene su propio aprendizaje, es decir, que aprende sobre sí mismo. En el caso de ChatGPT, es un Bot de diálogo, que aparentemente puede responder a todo lo que se le consulte. Pero como se especificó más arriba, no es algo que se considere tan novedoso como si evolucionado, desde hace un buen tiempo los chatbots existen como tal y chatGPT no fue la locura revolucionaria.
Siguiendo bajo el mismo hilo, hay quienes afirman que no se trata de una inteligencia artificial propiamente dicha, sino que no es más que un sistema creado por humanos, y para humanos, como lo puede ser una calculadora de bolsillo. Para ser un chatbot de IA, ha mostrado falencias que a esta altura no debería demostrar.
Al ser una web app – herramienta que se autolimita – muestra limitaciones de conexión, muchas veces no carga, o no se desempeña de forma coordinada, eso es algo que le quita funcionalidad y que por el momento no puede ser corregido.
Así mismo, muchos afirman que ChatGPT es más artificial que inteligente. Por ejemplo, un tema es el de la información ambiental, que no puede ser percibida, sino que el ser humano es quien se la debe proporcionar al sistema. Además de eso, quienes critican la capacidad y efectividad de estos sistemas, indican que no es autoconsciente y tampoco puede crear nuevos conocimientos.
Es real que para algunos este nuevo producto de la empresa OpenAI no es más que una máquina de gestión de datos, que incorpora información que los propios humanos le proveen, la procesa y la vuelve a brindar a otros. Siguiendo con el mismo punto, muchos expertos afirman que ChatGPT no tiene la posibilidad, al menos por el momento, de producir datos que no sean conocidos hasta ahora, que cree nuevas inteligencias, o que construya conceptos originales.
El crecimiento de la IA
Se duda de su veracidad al momento de dar respuestas, ya que recurre a muchas fuentes de internes a la vez y eso puede provocar la duda de que su respuesta sea certera o improvisada. Una forma de corroborar su veracidad es interactuar con la Inteligencia Artificial sobre un tema en el que uno sea especialista, de esa manera reducimos el margen de error.
Por otro lado, debemos decir que no todo es barro o puntos en contra, que, si bien hay versiones y opiniones diversas sobre el ChatGPT y sus funcionalidades, es real admitir al fin de cuentas, que es un buen instrumento, que es útil para adentrarse en el mundo de la inteligencia artificial (en caso de que nos interese), y también para tener de manera rápida y resumida, respuestas a temas que en ciertas situaciones puede ser tedioso indagar en los buscadores tradicionales de internet.
En particular expresan que puede ser muy útil para buscar rutinas de ejercicios, encontrar dietas alimenticias que nos ayuden periódicamente, saber cuáles son en México las mejores inversiones que se pueden realizar en este momento y que brindan mayor rentabilidad, entre muchas otras cosas.
Es un sistema que debe, y tiene, que seguir madurando, desde que irrumpió con furia hace unos meses ha ido avanzando de forma desigual si desglosamos su uso en dos palabras claves, cantidad y calidad. En cantidad de personas su uso ha ido creciendo de forma ininterrumpida y sin freno, ahora bien y como consecuencia de ese crecimiento en cantidad, se puede decir que en cierta medida ha sido desbordado en muchas oportunidades y sus respuestas no han sido de la mejor calidad posible.
En resumen y para ir finalizando, la evolución de la inteligencia artificial no tiene freno y en su carrera por ver quien llega primero a perfeccionarla, el ser humano va a ir acortando los tiempos de evolución cada vez más. Pero podemos quedarnos tranquilos en una cosa, en razonamiento e investigación a consciencia, ninguna IA ha superado al ser humano, y va a pasar mucho tiempo para que ello suceda.
Autor: Eduardo Urzagasti