Robots sacerdotes e Inteligencia Artificial ¿La tecnología es la nueva religión?
Robots sacerdotes y la búsqueda de significado en la IA
En un mundo cada vez más digitalizado, la tecnología está adoptando un papel que antes estaba reservado para las religiones tradicionales.
Desde robots que ofician ceremonias religiosas hasta sistemas de inteligencia artificial que escriben versículos bíblicos, la línea entre lo espiritual y lo tecnológico se desdibuja. Algunos incluso consultan herramientas como ChatGPT como si fueran oráculos modernos, buscando respuestas que antes solo se encontraban en textos sagrados.
Organizaciones como la Iglesia de Turing, fundada en 2011, se basan en la idea de que la inteligencia artificial (IA) podría elevar a los seres humanos a un nivel cercano al de deidades, otorgándoles una superinteligencia.
Expertos en interacción humano-computadora sugieren que quienes siguen a estos “profetas digitales” podrían creer que la tecnología está “viva”, atribuyéndole cualidades que antes solo se asociaban con lo divino.
Robots sacerdotes: La fusión de espiritualidad y tecnología
En Japón, el robot sacerdote Mindar, de casi dos metros de altura, recita mantras budistas desde 2019 en un templo de Kioto. Desarrollado por un equipo de la Universidad de Osaka en colaboración con el templo Zen, este androide de un millón de dólares utiliza IA para detectar a los fieles y ofrecer enseñanzas en japonés, con traducciones proyectadas en chino e inglés para los visitantes extranjeros.
Con una piel sintética de silicona que cubre su rostro y manos, y un cuerpo mecánico parcialmente expuesto, Mindar es una mezcla fascinante de tecnología y espiritualidad.
Sus movimientos fluidos y su voz serena transmiten mensajes sobre la compasión y los peligros del ego, recordando a los fieles que “los deseos mundanos no son más que una mente perdida en el mar”.
SanTO: El “Alexa católico” que acompaña en la oración
En el ámbito católico, el robot SanTO, diseñado por el especialista en robótica Gabriele Trovato, funciona como un asistente espiritual. Con una apariencia que evoca a un santo de 17 pulgadas de altura, este dispositivo está programado para responder preguntas relacionadas con la fe y ofrecer enseñanzas bíblicas. Su diseño incorpora elementos del arte sacro, como la proporción áurea, para transmitir una sensación de sacralidad.
Trovato, profesor asociado en el Instituto de Tecnología Shibaura en Japón, concibió a SanTO como un compañero de oración, especialmente para personas mayores.
Este robot no solo almacena textos religiosos, sino que también busca crear una conexión emocional con los usuarios, algo que refleja cómo la tecnología está siendo utilizada para fortalecer prácticas espirituales.
La Singularidad y la promesa de un futuro divino
Más allá de los robots sacerdotes, movimientos como el transhumanismo y la creencia en la Singularidad proponen que la IA podría transformar a la humanidad en seres cuasi divinos.
Anthony Lewandowski, ingeniero especializado en vehículos autónomos, fundó en 2015 la iglesia Way of the Future, dedicada a crear un nuevo “Dios” basado en la inteligencia artificial con valores cristianos.
Ray Kurzweil, exingeniero de Google, predice que la fusión entre humanos y máquinas podría ocurrir tan pronto como en 2045, dando lugar a híbridos con capacidades sobrehumanas.
Giulio Prisco, consultor en tecnologías de la información, va más allá al sugerir que la IA permitirá a la humanidad unirse a una comunidad de seres divinos entre las estrellas, utilizando tecnología trascendente para resucitar a los muertos y remodelar el universo.
¿Consciencia artificial o ilusión humana?
La creciente sofisticación de sistemas como ChatGPT ha llevado a algunos a creer que estas herramientas podrían volverse conscientes. Blake Lemoine, exingeniero de Google, perdió su trabajo en 2022 después de afirmar que el chatbot LaMDA de la compañía era autoconsciente, una afirmación que Google desmintió. Sin embargo, la tendencia a antropomorfizar la tecnología es bien conocida.
Lars Holmquist, profesor de diseño e innovación en la Universidad de Nottingham Trent, explica que los humanos tienden a tratar a las computadoras como si estuvieran vivas, especialmente cuando las respuestas son tan personalizadas e inteligentes como las de los modelos generativos de IA.
“Es muy posible que las personas estén utilizando la IA para encontrar significado y guía, similar a como lo harían con las escrituras religiosas”, señala Holmquist.
El futuro de la espiritualidad digital
A corto plazo, es probable que la IA sea utilizada por organizaciones religiosas tradicionales como una herramienta para conectar con los fieles.
Sin embargo, a largo plazo, podrían surgir nuevas religiones centradas en la tecnología. Holmquist compara este fenómeno con el sintoísmo, donde los objetos inanimados son tratados con respeto, como si estuvieran habitados por espíritus.
Mientras la tecnología continúa avanzando, la pregunta sigue siendo: ¿estamos creando herramientas para mejorar nuestra espiritualidad, o estamos dando vida a una nueva forma de fe? Lo que es seguro es que la relación entre humanos y máquinas está evolucionando hacia territorios inexplorados, donde lo divino y lo digital podrían converger en un futuro no muy lejano.
Fuente: The Conversation