Generación Z y millennials: los reyes del ‘robo digital’ en compras online
Para muchos estadounidenses, resulta demasiado fácil engañar a los minoristas para recuperar el dinero de sus compras en línea. Imagina que has adquirido un suéter caro o unos auriculares, pero decides que no quieres asumir el costo.
Simplemente presentas una reclamación ante la tienda, alegando que nunca recibiste el paquete o que no realizaste la compra. Esta práctica, conocida como “robo digital”, está más extendida de lo que muchos creen.
Generaciones jóvenes y adineradas: los principales responsables
Según un estudio realizado por Socure, una empresa especializada en tecnología antifraude, aproximadamente la mitad de los miembros de la Generación Z y los millennials que ganan más de $100,000 dólares al año admiten haber participado en este tipo de prácticas durante el último año.
La encuesta, llevada a cabo entre el 6 y el 13 de diciembre de 2024, incluyó a 2,000 estadounidenses y reveló que el robo digital es más común de lo que se pensaba.
Ori Snir, director de gestión de productos de soluciones de fraude e identidad en Socure, mencionó que podría existir un vínculo entre los compradores con mayores ingresos y su propensión a cometer este tipo de fraudes.
“Es posible que quienes mejor comprenden las obligaciones de los bancos y los comerciantes sean los que más se aprovechan de ellas”, explicó Snir.
¿En qué consiste el robo digital?
El robo digital puede adoptar diversas formas, como afirmar que un paquete nunca fue entregado o que fue robado, disputar cargos en la tarjeta de crédito o argumentar que la compra no fue intencional.
Muchos consumidores justifican estas acciones citando dificultades económicas debido a la inflación, consejos de influencers en redes sociales sobre cómo obtener reembolsos y la percepción de que los comerciantes son indulgentes al emitir devoluciones.
Un ejemplo destacado es el de un influencer de TikTok con casi 3 millones de seguidores, quien explicó cómo obtener un reembolso por una compra en Amazon Prime alegando un retraso en la entrega.
“Sé que el servicio de chat es mucho más flexible a la hora de ayudar a los clientes”, dijo @faaresq en un video, mostrando una conversación con un agente de Amazon que le devolvió el dinero. “Y el 99% de las veces, cuando el paquete llega, ni siquiera te piden que lo devuelvas”.
Consecuencias limitadas y riesgos para los consumidores
Aunque los jóvenes adinerados son los principales responsables, personas de todas las generaciones admiten haber participado en lo que se conoce como “fraude de primera parte”, es decir, disputar cargos con la compañía de la tarjeta de crédito y el comerciante para recuperar el dinero de un producto que realmente compraron y recibieron.
Snir señaló que el robo digital es probablemente tan común debido a la falta de consecuencias severas para quienes lo cometen. “En el mejor de los casos, la persona no recibe castigo y sale impune, lo que a menudo la lleva a repetir la acción”, explicó. “Otra posibilidad es que la disputa sea denegada y, al final, tenga que pagar por su compra”.
El peor escenario, según Snir, es que el cliente vea su cuenta bloqueada, lo que le impedirá realizar compras con ese comerciante en el futuro. Sin embargo, incluso este resultado no parece disuadir a todos, ya que muchos continúan aprovechando los vacíos en los sistemas de reembolsos y devoluciones.
El robo digital no solo representa un desafío para los minoristas, sino que también plantea preguntas sobre la ética del consumidor en la era digital.
Con el aumento de las compras en línea y la creciente influencia de las redes sociales, es probable que este fenómeno continúe evolucionando, requiriendo soluciones innovadoras por parte de las empresas para proteger sus ingresos y mantener la confianza de los clientes.
Fuente: Axios