Comienzan los problemas de Uber en Mérida

Hace algunas pocas semanas les contamos sobre la emocionante expansión de Uber a seis nuevas ciudades mexicanas: Mérida, Hermosillo, Cuernavaca, Aguascalientes, San Luis Potosí y Mexicali. Lamentablemente, en esta ocasión vamos a hablar sobre noticias no tan emocionantes ni gratas.

Tras la llegada del servicio de transporte privado a estos nuevos puntos de la república, era de esperarse que los problemas también se hicieran presentes. Sin embargo, también era de esperarse que los respectivos gobiernos pusieran manos a la obra para regular lo más pronto posible el servicio y que todo fluyera de manera correcta, sin afectar los intereses de los usuarios ni de los choferes y socios.

Esto no sucedió así. A pesar de que en ciudades como San Luis Potosí y Aguascalientes tomaron de la mejor manera la llegada del servicio y han comenzado a plantearse maneras de llegar a un acuerdo para la regulación, como sucedió en la Ciudad de México y Jalisco, en ciudades como Mexicali y Mérida se ha condenado no solo a la plataforma de transporte sino también a cualquier persona que preste y haga uso del servicio.

Mérida, zona de guerra entre Uber y el gobierno

De manera muy lamentable, es en Mérida, la ciudad capital más importante del sureste mexicano, en donde los problemas han comenzado a agravarse de manera alarmante. En el transcurso del día de hoy, 27 de marzo, la Dirección de Transporte del Estado de Yucatán (DTEY), detuvo a numerosos automóviles conducidos por socios de la plataforma. Algunos reportes mencionan, como mínimo, ocho automóviles detenidos.

Por supuesto, el gobierno también ha multado a los dueños de los autos por transportar pasajeros sin tener concesión para brindar el servicio. Las multas van desde los 50 hasta los 500 salarios mínimos, es decir de 3 mil 500 a 35 mil pesos, y por el momento no hay manera de evitar esta acción de la ley más que dejando de prestar el servicio.

Esperemos que el honorable gobierno de la Tierra del Faisán y el Venado pronto llegue a un acuerdo con los socios y choferes de Uber para evitar a toda costa estas acciones deplorables. Recordemos que a pesar de la etiqueta de “ilegal” que la plataforma penosamente se ha ganado, se trata de una fuente de ingresos para personas que por una u otra razón dependen de la plataforma para mantener a sus familias.

Finalmente, y de manera muy personal, puedo asegurar que el servicio de taxis de la ciudad de Mérida no puede competir de ninguna manera con Uber, tanto por calidad del servicio como por precios. Si lo vemos desde cierta perspectiva, los taxistas de Mérida se quejan de Uber porque son incapaces de igualar la calidad de su servicio y ya ni hablamos de superarlo. Entonces ¿#UberSeQueda?