Moto G (2015), análisis a fondo y experiencia de uso
Como cada año, Motorola ha despertado de su letargo y ha renovado su línea de smartphones, presentando, en un evento llevado a cabo de manera simultánea en varios países, sus nuevos Moto X Style, Moto X Play y Moto G (2015). Si bien, los dos primeros equipos corresponden a gamas superiores, es en realidad el tercer terminal el que verdaderamente llama la atención de la mayoría de usuarios.
El Moto G de tercera generación llega para redimir la entrega del año pasado, misma que no levantó tantas pasiones como su versión original lanzada en noviembre de 2013, a pesar de representar un salto técnico considerable; de manera que en PoderPDA nos hemos dado a la tarea de analizarlo a fondo y estas son nuestras impresiones.
¿Diseño continuista?
En cuestiones de diseño, a primera vista el modelo de este año es prácticamente idéntico a su antecesor, al menos por la parte frontal, ya que en la parte posterior el diseño varía en gran medida y es uno de los puntos fuertes de esta nueva iteración, ya que la tapa trasera ahora cuenta con una textura rugosa que le da un feeling bastante ergonómico y que también actúa como antiderrapante.
Como ya vimos en su unboxing, en sus versiones distribuidas por los operadores, viene acompañado de dos tapas intercambiables de distintos colores. Debemos recordar que la versión que se venderá en la tienda de Motorola tendrá la ventaja de poder personalizarse vía MotoMaker, accediendo a miles de posibilidades, mismas que alcanzan las 100 combinaciones.
Regresando al apartado frontal, el único cambio que podemos notar es la desaparición de las dos barras posicionadas sobre las bocinas frontales, dejando dos rendijas (las cuales hay que cuidar mucho de que no se empolven y afecten su estética) que sirven como altavoz en la parte inferior y auricular en la parte superior; dejando fuera, nuevamente, el sonido estéreo, aunque así lo parezca.
En el costado derecho podemos encontrar los botones de encendido/bloqueo, mismo que repite el patrón rugoso de la parte posterior, y justo debajo, los controles de volumen. En el extremo superior, justo al centro, se encuentra el jack 3.5 mm estándar para conectar cualquier par de audífonos; y en el extremo contrario, también al centro, el conector micro-USB para la carga. Nada fuera de lo común.
Desempeño ejemplar, pero que puede mejorar
En el evento de presentación, Motorola anunció que este terminal estará disponible en tres versiones: 8GB de memoria interna con 1 GB de RAM, 16 GB de memoria interna con 1 GB de RAM, y 16 GB de memoria interna con 2 GB de RAM. Siendo los dos primeros distribuidos por los operadores, mientras que la versión premium solo podrá ser adquirida mediante la tienda en línea por un precio de $4,249.
Hago mención de esto porque la versión utilizada en este análisis es la que cuenta con 16 GB de memoria interna, pero solo 1 GB de RAM, sin embargo el desempeño a lo largo de estos días fue ejemplar, pues en tareas como uso de redes sociales, visualización de videos, streaming de música, gestión de cuentas de correo, entre otras cosas de uso cotidiano, en ningún momento se percibió lag o ralentización.
Por otro lado, en cuestiones un poco más demandantes, al jugar Modern Combat 5: Blackout, el desempeño sigue siendo bueno, al menos hasta las partes en donde la acción se torna intensa, es entonces cuando el procesador comienza a dar más de sí, mientras que la limitada RAM comienza a hacer un poco de alboroto. En síntesis, el desempeño general es muy bueno, incluso en cuestiones de alta demanda, pero sin duda podría ser mejor y muy seguramente la versión premium es la única que puede ofrecer esta experiencia superior.
Software al más puro estilo de los Nexus
No es un secreto que soy un amante empedernido de los dispositivos Nexus de Google, no por nada mi smartphone principal es un Nexus 5, sin embargo la experiencia de uso del Moto G de nueva generación es por demás placentera ya que de manera muy inteligente Motorola optó, desde hace años, en implementar Android en su estado más puro en sus terminales.
Y si a esta última versión de Android Lollipop en su estado primigenio le añadimos las pequeñas mejoras, pero con grandes resultados, del fabricante, como por ejemplo Moto Display, el resultado es una experiencia de lo más placentera y fluida, ya que indudablemente la falta de una pesada capa de personalización se refleja en su buen desempeño.
Otro de los apartados en donde el software propio de Motorola resalta es en la fotografía, apartado que revisaremos después, pues integra la ya conocida interfaz de cámara con algunas mejoras, como el control de enfoque y de balance de blancos, modo HDR, los conocidos gestos con la muñeca para activarla desde el estado de reposo, entre otras cosas que complementan la experiencia.
De la mano del software va el consumo energético del terminal y es que gracias a las optimizaciones que Motorola ha realizado, su autonomía es realmente sobresaliente, pues con un uso intenso bajo conexión Wi-Fi y moderado al estar conectado a redes 4G, rindió más de 24 horas de uso, casi llegando al día y medio sin necesidad de conectarse a la toma de corriente, una marca que se encuentra por encima del promedio de smartphones actuales a pesar de contar con una batería de 2,470 mAh, apenas 400 mah más que su antecesor.
Multimedia: pantalla, sonido y cámaras fotográficas
Llegamos a uno de los apartado más interesantes de este terminal, y es que a pesar de que su pantalla se mantuvo prácticamente inalterada en comparación con su antecesor, display IPS LCD de 5 pulgadas con resolución 1280 x 720 pixeles, la calidad mejora mucho.
Los ángulos de visión y brillo son mucho mayores y por tanto ofrecen una mejor experiencia; inclusive puedo decir que es mejor que la pantalla del Nexus 5 en cuanto a visualización bajo el sol y brillo, aunque no en definición, evidentemente. Si a esto le sumamos la protección de Gorilla Glass 3, tenemos una excelente pantalla.
Es importante mencionar que el Moto G de nueva generación no cuenta con LED de notificaciones, sin embargo como mencionamos más arriba en este artículo, la pantalla IPS y el software de Motorola se encargan de solucionar este pequeño inconveniente mediante Moto Display.
El siguiente apartado a reseñar es el del sonido, en donde el nuevo Moto G sale bien librado, aunque con un esfuerzo ya que si bien solo cuenta con la bocina inferior a modo de altavoz, el volumen es potente en la medida justa, aunque viene acompañado con una pérdida de calidad notoria.
Lo mismo sucede con el sonido mediante auriculares, ya que si bien la calidad depende mucho de los audífonos utilizados, en este caso mis inseparables Piston 3, es notoria la influencia del hardware utilizado en el terminal. El volumen es de igual manera potente, bastante diría yo, y también viene con una pérdida de calidad, aunque mucho menor comparada con la presente en el altavoz.
La cámara principal del Moto G (2015) es de 13 megapixeles y cumple a la perfección las demandas de cualquier usuario, ya sea novato o experimentado en la fotografía, sin embargo para los expertos, evidentemente quedará algo recortada, ya que se extrañan características como la estabilización óptica de imagen y otras funciones más avanzadas. Esta cámara viene acompañada de un flash LED de doble tono que se encarga de ayudarnos a lograr tomas de gran calidad en condiciones de poca luz, eliminando en gran medida el ruido en la fotografia.
En cuanto a grabación de video, este dispositivo resalta por sí mismo ya que es capaz de lograr excelentes tomas, eso sí, es necesaria una buena técnica de grabación ya que al no contar con OIS, cualquier movimiento brusco o demasiado rápido tiene repercusiones bastante notorias en el resultado.
Finalmente, en el apartado frontal nos encontramos con una muy decente lente de 5 Mpx, siendo el primer terminal de Motorola en portar orgullosa esta resolución en su panel frontal, aunque en próximos meses también la veremos en los Moto X Style y Moto X Play.
Como no puede ser de otra manera, los resultados obtenidos con esta cámara son sobresalientes, sobre todo si tomamos en cuenta que son escasos los dispositivos de gama media que se atreven a ofrecer una resolución por encima de los 2 Mpx en el panel frontal. Indudablemente esta característica será decisiva para un gran porcentaje de la población que se inclinará por hacerse con este terminal.
Moto G (2015), ¿más de lo mismo?
Llegamos al apartado final de este análisis y en donde me dispongo a responder la pregunta planteada arriba. No, el Moto G (2015) no es más de lo mismo, pues realmente hay un salto cuántico entre lo ofrecido el año pasado y lo que podemos obtener este año y por un precio ligeramente menor.
Y para prueba de esto, solo hace falta mencionar que el punto álgido de lo logrado este año por Motorola es sin lugar a dudas la inclusión de la certificación IPx7 que dota al nuevo Moto G de resistencia al agua hasta un metro de profundidad y hasta por 30 minutos, siendo uno de los dos terminales de gama media que actualmente cuentan con esta certificación, pero a un precio marcadamente más económico.
Esta característica, con cada vez más demanda en el mercado, junto con su poderoso combo de cámaras, y su inigualable precio convergen en una pieza de ingeniería que, de momento, será muy difícil de superar en el mundo occidental, ya que como sabemos el mundo oriental crece cada vez más rápido, y apunta a ser un éxito rotundo -otra vez- no solo en nuestro país sino en el mundo.
La pregunta del millón, alguien sabe si el Moto G 2015 con 2GB de ram es dual SIM.
Si es dual sim
Hola no sabrás que modelo es? XT 1xxx?
¿Cuál es el costo que tendrá con los operadores? Porque el Idol 3 en 4800 ofrece mucho mejor hardware. Esperaba la versión de 16GB y 2GB de RAM en los operadores, lástima.
De verdad estas comparando este teléfono con un alcatel? No todo son características, es calidad, mismo sensor de cámara que el nexus 6, contra agua, android puro… Y la versión de 16GB con 2 en ram con Moto maker en $4249….
Hola. Se perfecto que no todo son características técnicas. La gran ventaja del Moto G son las actualizaciones y ser contra agua. El sensor de la cámara es el mismo que el del Nexus 6, pero sin el estabilizador óptico. El Idol 3 usa el mismo sensor, por cierto. Los materiales de construcción no son tan superiores en el Moto G, así que no se puede anunciar como una ventaja.