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La verdad sobre las Baterías de LapTop

La verdad sobre las Baterías de LapTop

Hablemos un poco de realidades, codicia y hacer las cosas a la americana. Y de las especificaciones de duración de batería de los ordenadores portátiles. Dos cosas sobre la medición de la duración de la batería en los portátiles. La primera es que suelen tener muy poco que ver con la realidad. No sé las de ustedes, pero mi batería de “cinco horas” acostumbra a agotarse a medio camino entre Nueva York y Los Angeles.

La segunda es que los anuncios de portátiles siempre utilizan el ambiguo ‘hasta’ (‘hasta cinco horas’), tan apreciado por quienes prefieren no comprometerse.

Pero usar ‘hasta’ es una de las mayores trampas que permite el idioma. ¿Saben una cosa? Yo tengo un portátil que funciona ¡’hasta’ 1.000 horas con cada recarga! Y es que ‘hasta’ significa sólo ‘cualquier cosa por debajo de esta cifra’.

Y bien, ¿qué pasa? ¿Por qué meterse con los fabricantes de portátiles? ¿Acaso no lo hacen también los de otros aparatos?

Pues no.

En 2003, la industria de las cámaras digitales tuvo un problema parecido. Todas las empresas anunciaban la duración de la batería de sus cámaras de manera exagerada. Cada una tenía su propio protocolo de pruebas, y ninguno de ellos era representativo de un uso real. Los consumidores pronto se dieron cuenta de que las estadísticas de batería no servían prácticamente para nada.

Al final, la CIPA (Camera and Imaging Products Association), una asociación del sector de las cámaras, tomó cartas en el asunto y creó un test normalizado de duración de baterías.

Se saca una foto cada 30 segundos, la mitad con flash y la otra mitad sin él. Antes de cada foto, se abre o cierra completamente el zoom. Se deja la pantalla siempre encendida. Después de cada 10 fotos, se apaga la cámara un rato. Y así sucesivamente.

En otras palabras, la cámara se prueba tal como la gente la usa en condiciones reales, tendiendo más bien a ser conservadores.

En la actualidad, todas las cámaras se prueban y se anuncian así. Y las especificaciones CIPA se ajustan a la realidad.

Pero los ordenadores son más complicados ¿no?. La duración de la batería está determinada por muchos más factores: lo que hacemos en cada momento, el brillo de la pantalla, las funciones de conexión inalámbrica que tengamos activadas…

Pero hay otras industrias que también se han enfrentado a este problema: por ejemplo, la telefonía móvil. La batería de un teléfono dura mucho menos si realizamos llamadas que si nos limitamos a llevarlo en el bolsillo. Y los coches: generalmente consumen menos en autopista que en ciudad. Hasta los iPod: la batería dura mucho más si sólo escuchamos música que si vemos vídeos.

Por eso, sus fabricantes hacen lo lógico: anunciar las cifras en las mejores y en las peores condiciones.

Cuando buscamos un teléfono, nos dicen que aguanta ‘4 horas en conversación y 300 horas en reposo’. Cuando buscamos un coche, nos dicen que consume ‘9 litros cada 100 km en autopista, 12 litros en circuito urbano’. En las especificaciones de un iPod pone ’24 horas de audición de música/6 horas de vídeo’. Y todos contentos.

En cambio, ¿qué nos dicen en el caso de los portátiles? ‘Hasta cinco horas’.

La cuestión es importante, pues la duración de la batería se ha convertido en un argumento de venta con mucho peso. La gente ha conseguido (¡por fin!) sustraerse al Mito de los Megahertzios, y ahora consideran la duración de la batería como un factor crucial para la compra.

¿Por qué la industria de la informática no inventa un test de batería normalizado?

Resulta que sí lo han hecho. Las cifras de ‘hasta’ son el resultado de una batería de pruebas denominada MobileMark 2007.

El test MobileMark tiene varios problemas. Uno de ellos es la identidad de su inventor. Se trata de la Bapco (Business Application Performance Corporation), una asociación sectorial promovida por Intel y compuesta principalmente por fabricantes de portátiles y de chips.

Es decir, un banco de pruebas creado precisamente por las empresas que se benefician si la duración de las baterías parece buena. ¿No es un poco como poner al zorro a cuidar el gallinero?

Otro problema: a diferencia de los tests de cámaras de la CIPA, el protocolo de la prueba MobileMark no refleja el uso en condiciones reales. Por ejemplo, consideremos la pantalla. Es el componente del portátil que consume más, por lo que importa muchísimo decidir cuánto brillo tiene durante la prueba.

Resulta que la prueba MobileMark especifica que hay que poner la pantalla a 60 nits (la unidad de brillo).

No es por ser quisquilloso, pero a pleno brillo, las pantallas de los portátiles modernos alcanzan los 250 – 300 nits. En otras palabras, el test MobileMark requiere poner la pantalla a sólo una parte del nivel máximo de brillo, una modalidad que poca gente utiliza en la práctica. (Advanced Micro Devices asegura que 60 nits viene a ser el 20% del brillo en la mayoría de los portátiles. Según Intel, es más bien el 50%. En cualquier caso, es demasiado bajo).

Además, el test MobileMark no especifica si funciones como el WiFi o el Bluetooth, que consumen mucha batería, tienen que estar activadas durante la prueba. La decisión se deja al criterio de cada fabricante cuando prueba sus propios portátiles. ¿A que no adivinan qué es lo que acostumbran a decidir?

Y por último, tenemos el test MobileMark propiamente dicho. En realidad, se trata de tres tests.

En el test de DVD hay que reproducir una y otra vez una película en DVD hasta que se agote la batería. Es la situación más exigente y la que proporciona la menor duración.

En el test de Productividad, un robot automático de software lleva a cabo operaciones empresariales como son cálculos en Excel, manipulación de gráficos en Photoshop y envío de mensajes de correo-e. Ésta tendría que ser la prueba más realista, salvo porque no contempla el uso de navegadores web, iTunes, Windows Media Player, vídeo en Internet ni juegos. Vaya.

En la última prueba, denominada de Lectura, un programa automático simula la lectura de un documento PDF, deteniéndose dos minutos en cada página. Está claro que ésta es la situación más favorable; en realidad no es muy distinta a dejar el portátil en reposo.

¿Cuál de las tres pruebas es la que aparece reseñada en los anuncios de portátiles? Intel afirma que es la de Productividad, pero ¿por qué no nos dejan ver los resultados de las tres?

Todo esto nos lleva a Advanced Micro Devices, que lleva varias semanas informando en su blog sobre toda esta tontería y llamando la atención de periodistas técnicos como yo.

A.M.D. considera que el sector tendría que adoptar un banco de pruebas más realista para los portátiles, y presentar los resultados del mismo en un formato parecido al de los teléfonos móviles, los iPods y los coches. Propone un nuevo logotipo que muestra claramente las cifras en las mejores y las peores condiciones: en el embalaje del portátil pondría que “2:30 de funcionamiento activo / 4:00 en reposo”.

La idea parece de lo más lógico a cualquiera que la vea. Sin embargo, como era de esperar, A.M.D. indica que está recibiendo una “resistencia considerable” por parte de las grandes firmas del sector.

Intel, eterno competidor de A.M.D., parece especialmente molesta por toda esta agitación. Bill Kircos, uno de sus portavoces, afirma que MobileMark es “un banco de prueba bien pensado, bien debatido y muy justo”. Además, si al comprador no le gusta, “hay montones de pruebas, análisis y artículos independientes, así como información de los fabricantes que revela la duración que obtienen los usuarios de sus baterías, además de los tres componentes del banco de pruebas MobileMark”.

O sea, que se supone que los consumidores tenemos que pasarnos horas buscando en la red los resultados reales que MobileMark no nos proporciona.

¿No facilitaría las cosas disponer de un test realista y fiable? Las industrias de la telefonía móvil, la automoción y los reproductores musicales lo hacen. ¿Por qué no los fabricantes de ordenadores?

La respuesta es fácil: porque hay millones de dólares en juego. La gente paga más cuando cree que va a obtener más duración de batería. Engañando al público con estadísticas de batería falsas, las tiendas y los fabricantes de ordenadores y de chips ganan más dinero. No es de extrañar que haya cínicos que llamen a esto “benchmarketing.”

(El portavoz de Intel también me dijo que A.M.D. aún no ha propuesto un sistema mejor para probar las baterías a Bapco, de la que A.M.D. también forma parte. A.M.D. replica que eso no es necesariamente cierto: “Todas las discusiones de Bapco son confidenciales. Si Bapco está dispuesta a renunciar a la obligación de confidencialidad o a hacer públicas las actas de sus reuniones, A.M.D. estará encantada de tratar lo que ha propuesto o no a Bapco.”)

Resulta bastante evidente que Intel desea dejar las cosas como están. ¿Pero cuáles son los motivos de A.M.D. para remover este avispero? Según las pruebas realizadas por la revista Laptop, entre otras, los portátiles equipados con A.M.D. tienen en general una duración de batería menor que los portátiles con Intel. Pero en pruebas de duración más realistas, la diferencia entre A.M.D. e Intel se acorta.

Así pues, en este tema cada cual trata de barrer hacia casa. Pero nosotros tendríamos que apoyar la campaña de A.M.D. Es lo lógico, es justo y hace tiempo que debería haberse adoptado.

Extraido de CanalPDA

Escrito por: © 2009 David Pogue

 

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