El Spam Móvil crece en México
por Efraín Ocampo
Netmedia – En México es una realidad la proliferación de empresas dedicadas a hacer envíos masivos de mensajes de texto cortos (SMS) con publicidad a los teléfonos celulares, ante lo cual los usuarios pueden protegerse, de acuerdo con un vocero de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
La semana pasada la empresa mexicana yalla ya! presentó su plataforma SchickClick para llevar a cabo “campañas digitales” de forma masiva, como el envío de publicidad a través de mensajes de texto (SMS) al teléfono celular, correo electrónico y redes sociales.
“Es una aplicación que permite enviar mensajes de texto de forma masiva a los celulares de clientes potenciales, vía web o desde sus propias aplicaciones, lo cual permite crear campañas muy exitosas para captar mayor número de clientes potenciales a costos muy accesibles y reducir considerablemente los gastos de operación y por concepto de telefonía”, dijo el CEO de la compañía en México, Ido Kobelkowsky.
Carlos Meneses, director general de Contratos de Adhesión de la Profeco, instó a los consumidores que no deseen recibir llamadas ofreciendo servicios a sus teléfonos fijos, móviles, o mensajes de texto cortos (SMS) con publicidad a dar de alta sus números en el Registro Público del Consumidor (RPC) para solicitar que sus números telefónicos no sean utilizados con fines mercadológicos y comerciales. Asimismo reconoció que el envío masivo de SMS sin previa autorización es considerado por la institución como spam.
El funcionario admitió que SchickClick es otra compañía más que ofrece este tipo de servicios y aclaró que operan en el marco de la ley. Sin embargo, pueden ser sancionadas con hasta $1.2 millones de pesos si no borraran de sus bases de datos a los usuarios inscritos en el RPC, previa queja ante la institución.
No obstante su reciente presentación ante medios informativos, la compañía de envíos masivos de SMS opera desde 2007 en México. De acuerdo con publicidad enviada en 2008, SchickClick decía contar con 30,000 registros segmentados por sexo, edad y código postal, cuyo origen no está claro.
Otras empresas como efuturenet.com ofrecía estos servicios prometiendo llegar a 45,000 registros de personas, teléfonos celulares, código postal, sexo y edad.
De acuerdo con Meneses, el proveedor del servicio tiene la obligación de consultar el RPC y borrar los datos de quienes den de alta sus números telefónicos, ya sean fijos o móviles. Luego de que los usuarios los registran, en un plazo de 30 días el proveedor deberá de detener el envío de la publicidad no solicitada. En caso de continuar recibiéndola, el consumidor podrá interponer una queja ante la Profeco proporcionando razón social de la empresa, fecha y hora en la que recibió la publicidad, una descripción del mensaje recibido y el número que fue dado de alta en el RPC.
La vigencia de la protección de los números inscritos en el RPC es de tres años, al término de los cuales el usuario deberá dar de alta nuevamente sus números telefónicos.
La Profeco tiene planes de instrumentar un plan para incluir en el Registro las direcciones postales de los consumidores y a los correos electrónicos. Sin embargo, Meneses consideró que para que sea una realidad el registro del email hay que hacer acuerdos internacionales, pues es mucho más complejo.
En México es una realidad la proliferación de empresas dedicadas a hacer envíos masivos de mensajes de texto cortos (SMS) con publicidad a los teléfonos celulares, ante lo cual los usuarios pueden protegerse, de acuerdo con un vocero de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
La semana pasada la empresa mexicana yalla ya! presentó su plataforma SchickClick para llevar a cabo “campañas digitales” de forma masiva, como el envío de publicidad a través de mensajes de texto (SMS) al teléfono celular, correo electrónico y redes sociales.
“Es una aplicación que permite enviar mensajes de texto de forma masiva a los celulares de clientes potenciales, vía web o desde sus propias aplicaciones, lo cual permite crear campañas muy exitosas para captar mayor número de clientes potenciales a costos muy accesibles y reducir considerablemente los gastos de operación y por concepto de telefonía”, dijo el CEO de la compañía en México, Ido Kobelkowsky.
Carlos Meneses, director general de Contratos de Adhesión de la Profeco, instó a los consumidores que no deseen recibir llamadas ofreciendo servicios a sus teléfonos fijos, móviles, o mensajes de texto cortos (SMS) con publicidad a dar de alta sus números en el Registro Público del Consumidor (RPC) para solicitar que sus números telefónicos no sean utilizados con fines mercadológicos y comerciales. Asimismo reconoció que el envío masivo de SMS sin previa autorización es considerado por la institución como spam.
El funcionario admitió que SchickClick es otra compañía más que ofrece este tipo de servicios y aclaró que operan en el marco de la ley. Sin embargo, pueden ser sancionadas con hasta $1.2 millones de pesos si no borraran de sus bases de datos a los usuarios inscritos en el RPC, previa queja ante la institución.
No obstante su reciente presentación ante medios informativos, la compañía de envíos masivos de SMS opera desde 2007 en México. De acuerdo con publicidad enviada en 2008, SchickClick decía contar con 30,000 registros segmentados por sexo, edad y código postal, cuyo origen no está claro.
Otras empresas como efuturenet.com ofrecía estos servicios prometiendo llegar a 45,000 registros de personas, teléfonos celulares, código postal, sexo y edad.
De acuerdo con Meneses, el proveedor del servicio tiene la obligación de consultar el RPC y borrar los datos de quienes den de alta sus números telefónicos, ya sean fijos o móviles. Luego de que los usuarios los registran, en un plazo de 30 días el proveedor deberá de detener el envío de la publicidad no solicitada. En caso de continuar recibiéndola, el consumidor podrá interponer una queja ante la Profeco proporcionando razón social de la empresa, fecha y hora en la que recibió la publicidad, una descripción del mensaje recibido y el número que fue dado de alta en el RPC.
La vigencia de la protección de los números inscritos en el RPC es de tres años, al término de los cuales el usuario deberá dar de alta nuevamente sus números telefónicos.
La Profeco tiene planes de instrumentar un plan para incluir en el Registro las direcciones postales de los consumidores y a los correos electrónicos. Sin embargo, Meneses consideró que para que sea una realidad el registro del email hay que hacer acuerdos internacionales, pues es mucho más complejo.