Los adolescentes de hoy prefieren un smartphone a un carro; en mis tiempos los jóvenes teníamos sueños
Jóvenes, niños y smartphones: ¡vaya tema tan polémico! Ya hemos comentado sobre cuál es la mejor edad para que un niño tenga un smartphone y también sobre la cuestión de la “madurez digital“. En ambas ocasiones la conversación giraba en torno a que tener un smartphone o dispositivo móvil no es una decisión que se deba tomar a la ligera y que muchos padres prefieren esperar incluso a que sus hijos tengan edad de manejar para permitirles hacerse de un iPhone/Android/WP7 (dudo que haya niños que sepan qué es un Blackberry), poniendo en la misma balanza un carro y un smartphone.
Aparentemente esta tendencia no es nada más de parte de los padres sino también de los jóvenes (ack… viejo, ¿yo?) ya que de acuerdo a una encuesta realizada por el New York Times, una cantidad creciente de jóvenes y hormonales pubertos prefieren tener un smartphone que un carro. Y es que, de acuerdo a Sheryl Conelly, director ejecutivo en Ford de “Tendencias de consumo globles y futurismo” (o algo así), “el carro solía ser el símbolo de la adultez […] Ahora, el símbolo de ser adulto para los adolescentes es tener un smartphone”. Por su parte, Thilo Koslowski, analista automotriz de Gartner, lo resume bastante bien diciendo que “El iPhone es el Mustang de hoy en día”. El símbolo de libertad para much@s chic@s tal vez ya no sea presumir un carro nuevo, sino poderse mantener actualizados en el chisme de Facebook cada día.
De acuedo a las estadísticas del Departamento de Transportes de Estados Unidos, cinco de cada 10 jóvenes de 16 años tenían una licencia de conducir en 1978, mientras que en el 2008 solamente son tres de cada 10 y esto obedece a que el 46% de jóvenes entre 18 y 24 años preferiría estar conectado a Internet que conducir un carro, comparado al 15% de personas en un rango de edad superior.
Sólo esperemos que no deseen ambas cosas al mismo tiempo.
Las razones detrás de este cambio son de esperarse si consideramos que los tiempos cambian y que los jóvenes perciben la tecnología de una manera muy diferente a lo que a nosotros nos tocó. Adicionalmente, el cambio a nivel cultural en cuestión de conciencia sobre el cuidado al medio así como la comodidad del transporte público por encima de las molestias de conducir tu carro, al menos en las ciudades más grandes, posiblemente influyan también en este sentido (o qué, ¿sólo soy yo?)
La realidad es que las razones de estas estadísticas tienen orígenes culturales y posiblemente esta tendencia sólo vaya a ir aumento. La tecnología es un arma de dos filos y así como nos puede conectar con más personas no importa en dónde estén, también nos puede, paradójicamente, desconectar de quienes están más cercanos a nosotros (awww).
Via: New York Times